Dos camiones permanecen parados en el estacionamiento de un restaurante para camioneros en Deols (Francia), cerrado para una limpieza desinfectante con motivo del coronavirus, el 26 de marzo de 2020 en el centro del país.-

(AFP).-La Eurocámara aprobó el miércoles por la noche las nuevas condiciones laborales de los camioneros en el ámbito internacional, un asunto sensible, cuya negociación estuvo marcada por la división entre el este y el oeste de la Unión Europea (UE).

La reforma, que se publicará en el Diario Oficial de la UE en los próximos días, busca «mejorar las condiciones de trabajo de los conductores y acabar con la competencia desleal» en este sector, apunta la Eurocámara.

Propuesta por la Comisión Europea en 2017, la reforma estuvo acompañada del pulso entre los países occidentales como Francia que acusan a los del Este de dumping social. Los últimos acusan a los primeros de proteccionismo encubierto.

En virtud de la nueva legislación, las empresas de transporte deberán organizarse para permitir a los camioneros volver a casa cada tres o cuatro semanas y deberán pagarles el alojamiento, si no están en su casa durante su descanso semanal.

Los límites al cabotaje (cuando un transportista lleva a cabo distintas cargas y descargas en un país al que llegó como parte de una entrega internacional) seguirán siendo los mismos con tres entregas autorizadas en siete días.

Pero, para prevenir el «cabotaje sistemático», se introducirá un período de espera de cuatro días para poder hacer otra entrega en el mismo país de destino con el mismo vehículo, según la reforma aprobada también por el Consejo de la UE.

Las normas sobre los camioneros desplazados, que prevén una remuneración de acuerdo con las reglas del país en el que trabajan (bonificaciones, salario mínimo) se aplicarán al cabotaje y al transporte internacional, con algunas excepciones.

Para luchar contra las empresas buzón que operan en países diferentes a donde tienen su sede, las compañías de transporte deberán tener actividades sustanciales en el país de la UE en el que estén registradas, entre otros criterios.

Las normas sobre los tiempos de descanso entrarán en vigor veinte días después de la publicación de la legislación, mientras que el resto serán de aplicación 18 meses después de la entrada en vigor del reglamento, indicó la Eurocámara.