La tercera manifestación universal o Epifanía del Señor son las Bodas de Caná, después de la visita de la Santos Magos a la Sagrada Familia y del Bautismo del Señor por manos del Bautista.

A la Virgen de la Altagracia con el Niño Eucaristía colocado sobre el Altar del Pesebre, custodiados al fondo con San José, con el Cirio encendido de la Fe de la Iglesia Católica le pedimos por la Unidad de todas las Iglesias Cristianas, como cada año ruega la Iglesia Católica desde 1958 por voluntad del Papa San Juan XXIII que acogido el clamor del Espíritu Santo en todo el mundo cristiano, y elevado al cielo en la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos celebrada desde el 18 de enero al 25 de diciembre. Todos los Santos Sucesores del Papa Bueno subrayan con su pastoral universal el propósito del Movimiento Ecuménico de la oración sacerdotal de Cristo en la Santa Cena: !Ut Unum Sint!…. Que todos sean uno (Jn. 17, 21).

San Pablo VI…
Beato Juan Pablo I…
San Juan Pablo II…

Rueguen por la Unidad de la Iglesia, por la que tanto trabajaron. Sino, recordemos a Benedicto XVI.

Roguemos para que un día todos los cristianos de todas las Iglesias podamos:

obedecer al Obispo de Roma, al Papa Francisco y a sus Sucesores,

amar con todo el corazón a la Virgen María y a la Comunidad de todos los Santos que le rinden honor,

y comulgar del mismo Pan y beber del mismo Cáliz como lo hicieron todos en las Bodas de Caná lo hicieron los Discípulos del Señor según el mandato de la Virgen María: ¡hagan lo que Él les diga!.

Y así lo hicieron los sirvientes, el mayordomo, los nuevos esposos, es decir, la Familia de Dios.