De las cosas que agradecer a los venezolanos en esta tierra es la Devoción a la Virgen María bajo la Advocación de la Divina Pastora.
Santos son los pastorcitos de Fátima. Tres niños muy pobrecitos: los Santos Lucia (1910-1919), Jacinta Marto (1910-1920) y Lucía de Jesús Dos Santos (1905-2005), que con fe pura se encomendaban a la Madre del Pastor Bueno y Eterno: Nuestro Señor Jesucristo.
Por los novios, Por
los esposos, por los sirvientes, por
los que dirigen a sus subalternos, por los discípulos de Jesús y su Madre, tenemos la conciencia de que muchos no tienen vino y necesitamos la gracia de hacer lo que el Divino Pastor nos dice, hacer la voluntad del Padre Celestial.
¡Comulguemos del Vino Nuevo del Reino de Justicia, Paz y Solidaridad!