Después de Pentecostés, la Iglesia celebra a la Santísima Trinidad.

Ya hemos celebrado los principales Misterios de la Vida de Cristo. Ahora podemos estar en comunión con la Trinidad de Personas del Único Dios.

Celebramos en este 2025 el 1700 aniversario del Concilio de Nicea del 325 DC por el que confesamos a un Solo Señor Jesucristo de la misma Naturaleza del Padre, que por obra del Espíritu Santo se encarnó de la Virgen María.

Luego por el Concilio Ecuménico de Constantinopla del 381 DC confesamos al Espíritu Santo, Señor y Dador de vida, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, quien realiza la obra divina en la Iglesia Santa y Católica.

Nuestra celebración de hoy tuvo su origen en el año 1000 de la era cristiana por los monjes benedictinos hasta extenderse por toda la Iglesia.

Ahora confesaremos la Fe Católica que marca el rumbo y el verdadero sentido de los matrimonios, de nuestras familias, comunidad y sociedad:

Dios Padre es el amor, su Hijo es la gracia y el Espíritu Santo de ambos es la Comunión que nos rescata y nos salva con su vida plena por intercesión de María, la hija del Padre, la Madre del Hijo y la Esposa del Espíritu Santo.