Nicolás Petro, a la derecha, y su padre, el presidente colombiano, Gustavo Petro, en Bogotá, Colombia, en 2022. El joven Petro fue detenido el sábado por cargos de lavado de activos. Credit... Fernando Vergara/Associated Press

La detención del hijo de Gustavo Petro plantea otra prueba para el mandatario colombiano, quien ha tenido dificultades para impulsar muchos de sus planes en un Congreso dividido.

El hijo de Gustavo Petro, el presidente de Colombia, fue detenido y acusado de los delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito, anunció la Fiscalía General de la Nación el sábado por la mañana.

Nicolás Petro fue detenido junto con su exesposa, Daysuris Vásquez, quien también ha sido acusada de lavado de activos y de violación de datos personales. Ambos fueron puestos bajo custodia y el fiscal general está buscando mantenerlos detenidos por esos delitos, de acuerdo con el comunicado de su oficina.

La fiscalía dio a conocer en marzo que estaba investigando a Nicolás Petro, un político de Atlántico, un departamento al norte del país, por supuestamente recibir dinero de narcotraficantes a cambio de ser incluidos en las negociaciones de paz de su padre. El presidente ha estado negociando con diversos grupos armados ilícitos en un intento de terminar con el conflicto interno de 60 años en Colombia, en el que han muerto aproximadamente 450.000 personas.

Nicolás Petro negó haber cometido algún delito cuando la fiscalía anunció por primera vez la investigación, y calificó las acusaciones en su contra de dañinas y “sin fundamento”. Tanto el mandatario como su hijo declararon en ese momento que acogían con beneplácito la investigación y el joven Petro solicitaba una pesquisa para el “esclarecimiento y protección de mi honra y buen nombre”.

En enero, la fiscalía también abrió una investigación al hermano del presidente, Juan Fernando Petro, por acusaciones similares.

El presidente Petro escribió el sábado por la mañana en Twitter que le “duele” la posibilidad de que su hijo vaya a la cárcel. Pero aseguró que la fiscalía tendrá las garantías para proceder sin la intervención o presión del gobierno.

“A mi hijo le deseo suerte y fuerza”, escribió. “Que estos sucesos forjen su carácter y pueda reflexionar sobre sus propios errores”.

Los esfuerzos de paz del presidente Petro han tenido éxitos desiguales. El gobierno y el Ejército de Liberación Nacional, el grupo insurgente más grande del país, acordaron un cese al fuego de 180 días el mes pasado, mientras que las conversaciones con el Clan del Golfo, el principal grupo de narcotráfico de Colombia, se han estancado por la violencia incesante.

Una propuesta polémica del presidente Petro sería otorgar sentencias reducidas a miembros de grupos armados que desmantelen sus redes criminales, reconozcan sus crímenes, hagan labores de reparación a las víctimas, entreguen las armas y otorguen información sobre sus actividades.

En marzo, Vásquez acusó a su exesposo de embolsarse donaciones de campaña para su padre provenientes de personas vinculadas a grupos narcotraficantes. Vásquez hizo las denuncias en una entrevista con la revista colombiana Semana.

Las detenciones representan otro golpe para el primer presidente de izquierda del país, quien ha tenido problemas para impulsar muchas de sus propuestas en un Congreso dividido.

Su primer año en el cargo estuvo plagado de numerosos desafíos, incluidos cambios en el gabinete y denuncias de financiamiento ilegal de su campaña por parte de su exembajador en Venezuela, Armando Benedetti.

Es muy probable que este escándalo dificulte aún más que el presidente Petro promulgue proyectos y debilite a su partido en las próximas elecciones regionales al darle mayor influencia a sus oponentes, afirmó Sergio Guzmán, analista político colombiano.

“Esto perjudica la legitimidad del presidente, su lucha contra la influencia del narcotráfico en la política, su lucha contra las tradicionales élites políticas”, aseguró Guzmán.

Fuente: nytimes.com