En esta imagen de archivo, sirios que se vieron obligados a dejar sus hogares en la ciudad fronteriza de Ras al Ain reciben ayuda humanitaria en la ciudad de Tal Tamr, provincia de Hasakeh, Siria, en octubre de 2019.-

A pocas horas de la expiración de una autorización internacional que permite una ayuda humanitaria esencial para tres millones de sirios, los países occidentales se enfrentaban el viernes en la ONU con Rusia para intentar preservar este mecanismo.

Dos textos opuestos fueron presentados ante el Consejo de Seguridad, que debe pronunciarse al respecto en la tarde.

Moscú dice que respaldaría una prolongación de la ayuda siempre y cuando transite a través de dos puntos en la frontera con Turquía (en Bab al-Salam y Bab al-Hawa) y que el permiso sea renovado únicamente por seis meses.

El 20 de diciembre, Rusia, apoyada por China, interpuso un veto (el número 14 desde el inicio del conflicto, en 2011) a una propuesta de Alemania, Bélgica y Kuwait que prolongaba las asistencia por un año y establecía tres puntos de paso. dos en la frontera con Turquía y uno con Irak (Al Yarubiyah).

Estados Unidos calificó de «vergonzoso» ese veto y el secretario de Estado Mike Pompeo acusó a Rusia y China de tener «sangre en las manos».

Según un diplomático occidental que pidió conservar el anonimato, Washington operó con torpeza: pidió primero cinco puntos de pasaje de la ayuda, para luego bajar a tres, y sostuvo que Rusia nunca recurriría a un veto.

Vigente desde 2014, la autorización transfronteriza fija cuatro puntos de tránsito (dos en la frontera con Turquía, otro con Irak y un cuarto con Jordania, en Al-Ramtha, inutilizado desde hace largo tiempo).

– «Posición de fuerza» –

En función de su postura de continuar la ayuda transfronteriza en el norte del país, destinada sobre todo a los sirios recluidos en la región de Idleb, Moscú propuso en diciembre una resolución que prevé una prolongación por seis meses y en los dos puntos de pasaje situados en la frontera turca.

Estados Unidos, Francia y Reino Unido se opusieron y el texto no consiguió los nueve votos que necesitaba.

El jueves, Alemania y Bélgica elaboraron un nuevo proyecto de resolución que acepta la prolongación por seis meses, hasta el 10 de julio, pero con tres puntos de paso. Rusia mantuvo su propuesta de diciembre.

Moscú está en «posición de fuerza» y pretende que se reconozca que Damasco retomó el control del territorio sirio, dijo un diplomático occidental.

Tras un eventual veto al proyecto germano-belga, no está excluido que este viernes Rusia consiga los nueve votos sobre 15 que necesita.

¿Qué harían en ese caso Reino Unido, Estados Unidos y Francia, que tienen derecho a veto en el Consejo?

En un comunicado difundido el viernes, Amnesty International destacó, como antes otras ONG, la importancia de la ayuda humanitaria internacional para la población de la región de Idleb, donde los combates y los bombardeos han redoblado recientemente.