Este equipo permite “localizar la lesión y visualizar el efecto del HIFU en la diana, además de realizar una evaluación neurológica del paciente durante la aplicación del tratamiento, observando la mejoría del temblor in situ”, explicó el doctor Jorge Guridi, director del Departamento de Neurocirugía de la Clínica Universidad de Navarra.

Para llevar a cabo este innovador tratamiento, la cabeza del paciente se cubre con una membrana de agua. “Por ella circula el agua refrigerada de forma constante, de modo que se consigue reducir la temperatura que generan los cientos de haces de ultrasonidos que atravesarán el cuero cabelludo del paciente sin dañarlo”, señaló Guridi.

La energía de los haces de ultrasonidos eleva la temperatura que incide en el punto diana del cerebro, donde se sitúa el grupo de neuronas que provocan el temblor, eliminándolas.

Hasta ahora el tratamiento para los pacientes con temblor, un trastorno del movimiento que generalmente afecta a las extremidades superiores y cabeza, es la cirugía de estimulación cerebral profunda. Pero con la aplicación de la tecnología HIFU, “se produce un cambio fundamental porque el tratamiento no pasa por la cirugía abierta y además se puede realizar en pacientes que no son candidatos quirúrgicos debido a su edad u otros motivos”, destacó Guridi.