Un iceberg dos veces más grande que la ciudad de Nueva York está a punto de desprenderese de la Antártida. La NASA ha advertido en un comunicado que el bloque de hielo de 1.700 kilómetros cuadrados se romperá a causa de las grietas aparecidas en los últimos años en la plataforma de hielo Brunt. Aunque los científicos desconocen el momento en que ocurrirá, sí ha alertado de que esta ruptura podría afectar al resto de la plataforma continental y, por tanto, a la infraestructura científica allí dispuesta, que además está habitada. La agencia espacial estadounidense ha comparado en su web dos fotografías de la zona realizadas por satélites Landsats. La primera imagen está fechada el 30 de enero de 1986 y la otra, el 23 de enero de 2019 (las puedes ver arriba). La grieta en la parte superior de la imagen del pasado enero es la llamada grieta de Halloween, que continúa creciendo hacia el este desde una zona conocida como McDonald Ice Rumples. Allí el hielo fluye sobre una formación submarina, donde la roca de fondo se eleva lo suficiente como para alcanzar la parte inferior de la plataforma de hielo. Esta formación rocosa impide el flujo de hielo y causa grietas que se forman en la superficie. Pero la preocupación más inmediata es la fisura visible en el centro de la imagen. Anteriormente estable durante aproximadamente 35 años, esta grieta recientemente comenzó a acelerar hacia el norte a una velocidad de 4 kilómetros por año. Cuando esta fisura se encuentre con la de Halloween, el territorio quedará convertido en un enorme iceberg de 1.700 km cuadradados cuya dirección será imprevisible, como también lo es el efecto que causará en el resto de la superficie de la plataforma antártica. El más grande desde 1915 Aunque el iceberg que nacerá parece gigantesco, en realidad no lo es para los estándares antárticos. Ni siquiera estará entre los 20 más grandes. Aún así, «será significativo». «Puede que sea el iceberg más grande que se haya roto en la plataforma de hielo Brunt desde que comenzaron las observaciones en 1915», ha apuntado la NASA. Los científicos estudian ahora si la pérdida «provocará que la superficie cambie aún más y posiblemente se vuelva inestable o se rompa», han alertado. «El futuro a corto plazo de la plataforma de hielo Brunt probablemente depende de dónde se fusionen las grietas existentes en relación con el McDonald Ice Rumples», ha explicado Joe MacGregor, un glaciólogo del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA. «Si se fusionan aguas arriba (al sur) de McDonald Ice Rumples, es posible que la plataforma de hielo se desestabilice». La ruptura es una parte normal del ciclo de vida de las plataformas de hielo, pero los cambios recientes no son familiares en esta área. El borde de la plataforma de hielo Brunt ha evolucionado lentamente desde que Ernest Shackleton inspeccionó la costa en 1915, pero se ha acelerado en los últimos años. Estas crecientes grietas que fracturan la superficie de la Antártida han generado preocupaciones de seguridad para las personas que trabajan en la plataforma, en particular los investigadores de la Estación Halley de British Antarctic Survey. Esta base, que es una de las principales para la investigación de la Tierra, la atmósfera y la ciencia espacial, generalmente funciona durante todo el año, pero se ha cerrado dos veces en los últimos años por cambios impredecibles en el hielo.

Madrid.- El bloque de hielo ocupa un área de 1.700 kilómetros cuadrados y su dirección es imprevisible, según la NASA. La ruptura puede afectar a toda la infraestructura científica del bloque continental

Un iceberg dos veces más grande que la ciudad de Nueva York está a punto de desprenderese de la AntártidaLa NASA ha advertido en un comunicado que el bloque de hielo de 1.700 kilómetros cuadrados se romperá a causa de las grietas aparecidas en los últimos años en la plataforma de hielo Brunt. Aunque los científicos desconocen el momento en que ocurrirá, sí ha alertado de que esta ruptura podría afectar al resto de la plataforma continental y, por tanto, a la infraestructura científica allí dispuesta, que además está habitada.

La agencia espacial estadounidense ha comparado en su web dos fotografías de la zona realizadas por satélites Landsats. La primera imagen está fechada el 30 de enero de 1986 y la otra, el 23 de enero de 2019 (las puedes ver arriba).

La grieta en la parte superior de la imagen del pasado enero es la llamada grieta de Halloween, que continúa creciendo hacia el este desde una zona conocida como McDonald Ice Rumples. Allí el hielo fluye sobre una formación submarina, donde la roca de fondo se eleva lo suficiente como para alcanzar la parte inferior de la plataforma de hielo. Esta formación rocosa impide el flujo de hielo y causa grietas que se forman en la superficie.

Pero la preocupación más inmediata es la fisura visible en el centro de la imagen. Anteriormente estable durante aproximadamente 35 años, esta grieta recientemente comenzó a acelerar hacia el norte a una velocidad de 4 kilómetros por año.

Cuando esta fisura se encuentre con la de Halloween, el territorio quedará convertido en un enorme iceberg de 1.700 km cuadradados cuya dirección será imprevisible, como también lo es el efecto que causará en el resto de la superficie de la plataforma antártica.

El más grande desde 1915

Aunque el iceberg que nacerá parece gigantesco, en realidad no lo es para los estándares antárticos. Ni siquiera estará entre los 20 más grandes. Aún así, «será significativo». «Puede que sea el iceberg más grande que se haya roto en la plataforma de hielo Brunt desde que comenzaron las observaciones en 1915», ha apuntado la NASA.

Los científicos estudian ahora si la pérdida «provocará que la superficie cambie aún más y posiblemente se vuelva inestable o se rompa», han alertado. «El futuro a corto plazo de la plataforma de hielo Brunt probablemente depende de dónde se fusionen las grietas existentes en relación con el McDonald Ice Rumples», ha explicado Joe MacGregor, un glaciólogo del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA. «Si se fusionan aguas arriba (al sur) de McDonald Ice Rumples, es posible que la plataforma de hielo se desestabilice».

La ruptura es una parte normal del ciclo de vida de las plataformas de hielo, pero los cambios recientes no son familiares en esta área. El borde de la plataforma de hielo Brunt ha evolucionado lentamente desde que Ernest Shackleton inspeccionó la costa en 1915, pero se ha acelerado en los últimos años. Estas crecientes grietas que fracturan la superficie de la Antártida han generado preocupaciones de seguridad para las personas que trabajan en la plataforma, en particular los investigadores de la Estación Halley de British Antarctic Survey.

Esta base, que es una de las principales para la investigación de la Tierra, la atmósfera y la ciencia espacial, generalmente funciona durante todo el año, pero se ha cerrado dos veces en los últimos años por cambios impredecibles en el hielo.

Fuente: ABC.es