«María Moliner hizo una proeza con muy pocos precedentes: escribió sola, en su casa, con su propia mano, el diccionario más completo, más útil, más acucioso y más divertido de la lengua castellana».

Así definió el fallecido premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, al Diccionario de uso del español, o como se lo conoce, el diccionario de María Moliner.

Y es que el escritor, tal como lo dejó reflejado en una columna del diario El País de España en 1981, admiraba profundamente el trabajo de esta bibliotecaria española del siglo pasado.

Una mujer excepcional

María Juana Moliner Ruíz nació en Paniza, Zaragoza, España, en 1900 y vivió 81 años.

Se casó con Fernando Ramón, quien era catedrático de Física y tuvieron tres hijos varones y una mujer.

Diccionario de uso del español de María Moliner.Derechos de autor de la imagenCLAUDIA PIÑEIRO
Image captionEl Diccionario de uso del español tiene dos tomos y cuenta con 3.000 páginas en total.

Paradójicamente, un tiempo antes de su muerte, esta creadora de un diccionario muy particular, se quedó sin palabras al sufrir de arteriosclerosis cerebral, que le provocaba pérdida de la memoria.

«Yo no sabía nada de ella, pero descubrí que María Moliner había muerto sin lenguaje y eso me emocionó y dije: aquí hay una historia que hay que contar», relató Manuel Calzada Pérez, dramaturgo español y autor de Diccionario, la obra de teatro sobre la vida de Moliner.

Con esa pieza, que ya se estrenó en España, Chile, Argentina, México y Cuba, Calzada Pérez ganó el Premio Nacional a la Literatura Dramática en 2014, en España.

El diccionario

María Moliner y sus cuatro hijos.Derechos de autor de la imagenGENOVEVA PITARCH
Image captionMaría Moliner y sus cuatro hijos. De izquierda a derecha: Enrique, el mayor, ya fallecido, María, Fernando que todavía vive, Carmen y Pedro el pequeño ya fallecido.

A Moliner le tomó 15 años escribir el Diccionario de uso del español que tiene dos tomos y unas 3.000 páginas en total.

«A la abuela la recuerdo siempre sentada en su mesa de trabajo. La mesa no estaba en un despacho aislado sino en el salón de la casa», recordó Genoveva Pitarch, nieta de María Moliner, hija de su única hija, Carmen.

«Ella tenía una capacidad de concentración tremenda. Los niños correteábamos y ella no se inmutaba, levantaba la cabeza de sus ‘fichas’ sonreía y seguía trabajando», le contó Pitarch a BBC Mundo.

Pero este diccionario no era uno como cualquier otro.

«Uno de los grandes objetivos que tuvo María Moliner fue crear un diccionario que permitiera ir de la idea a la expresión. Uno más o menos sabe lo que quiere decir pero no encuentra la palabra exacta y el diccionario de María Moliner te lo permite», le explicó Calzada Pérez a BBC Mundo.

Escena de la obra de teatro El Diccionario, de Manuel Calzada Pérez.Derechos de autor de la imagenMANUEL CALZADA PÉREZ
Image captionLa obra de teatro El Diccionario, de Manuel Calzada Pérez se inspiró en la vida y obra de María Moliner.

Y muchos opinan que es el mejor material de consulta para los escritores.

«Para mí es el diccionario más agradable o amoroso», opinó la escritora argentina Claudia Piñeiro, autora de Las viudas de los jueves, entre otros trabajos.

«Su diccionario es casi como literatura porque Moliner se toma en cada entrada mucho trabajo para explicar. Y eso se ve en la obra, en la cantidad de años que le llevo hacer el diccionario», describió la escritora a BBC Mundo.

Ambos reconocieron que consultan el Diccionario de uso del español para componer sus obras.

Silencios

María Moliner y su esposo Fernando Ramón.Derechos de autor de la imagenGENOVEVA PITARCH
Image caption«Mi abuelo murió y ella perdió la luz», contó su nieta Genoveva Pitarch a BBC Mundo.

Los silencios en la vida de Moliner no sólo fueron por causa de su enfermedad.

«Efectivamente hay como una represión de otras cosas. Lo que es pura retórica en su dedicatoria: ‘A mi marido y a nuestros hijos les dedico esta obra terminada en restitución de la atención que por ella les he robado'», escribió Fernando Ramón Moliner, hijo de la autora del diccionario en un artículo publicado en el sitio web mariamoliner.com.

Y es que cuando María Moliner decidió escribir el diccionario, en 1953, España vivía bajo el gobierno franquista, que duró desde la toma del poder de Francisco Franco en 1936 hasta que murió en 1975.

«Es una época de España complicada y toda la gente que trabajó con las palabras tuvo problemas», recordó Piñeiro.

La escritora Claudia Piñeiro sostiene un ejemplar del diccionario de María Moliner.Derechos de autor de la imagenCLAUDIA PIÑEIRO
Image captionPara la escritora argentina Claudia Piñeiro, el diccionario de María Moliner es el mejor material de consulta para los escritores.

Al mismo tiempo, Moliner realizó su tarea en un mundo en el cual no era común que las mujeres participaran en la labor intelectual.

«Parece que cuando lo hacía, le echaban en cara que le robaba tiempo a la familia para hacer su trabajo», dijo Piñeiro.

Así también lo describió su hijo: «El hecho es que se aíslaba y se aíslaba para trabajar con una intensidad tremenda. Una labor diaria e individual. Mi madre sacaba tiempo antes de ir a la biblioteca de la Escuela de Ingenieros Industriales de Madrid. Madrugaba, trabajaba y luego siempre había que quitar las cosas de la mesa para poder desayunar».

Los silencios en la vida de María Moliner tal vez estaban relacionados con el abandono de su padre, quien viajó a Argentina cuando ella era una niña y nunca regresó.

Y quizás también con la muerte de su primera hija, algo de lo que sus otros hijos se enteraron muchos años más tarde.

La abuela María

María Moliner con dos de sus nietos.Derechos de autor de la imagenGENOVEVA PITARCH
Image captionMaría Moliner con dos de sus nietos: Helena y Fabián.

María Moliner tenía pasión por sus nietos. Tuvo 13 en total.

«La recuerdo con su alegría innata y también con su carácter fuerte. Tenía genio y gracias a él creo que pudo brillar en un mundo académico de hombres en la España de Franco», describió su nieta Genoveva Pitarch.

«Me acuerdo de cuando le decía ‘me aburro’. Ella se reía y contestaba que era imposible aburrirse en la vida, había tanto que hacer…», le relató Pitarch a BBC Mundo.

Su nieta la describió como una persona muy austera en su vestimenta y que casi nunca recibía visitas.

«Ella no tenía tiempo para ninguna vida social», detalló.

«¿Cómo la definiría? Como una abuela cariñosa, dedicada a su familia y a su diccionario», redondeó su nieta.

María Moliner con toda su familia en La Pobla, cerca del pueblo catalán de Mont-Roig (Tarragona).Derechos de autor de la imagenGENOVEVA PITARCH
Image caption«La foto en grupo es con todos sus hijos y cónyuges y algunos de sus nietos, cuando conseguía reunirnos a todos en el verano», en La Pobla, cerca del pueblo catalán de Mont-Roig (Tarragona), describió su nieta Genoveva Pitarch.

Un sillón en la RAE

María Moliner fue candidata para ocupar una silla de la Real Academia Española (RAE) en 1972, pero no se la concedieron.

Hubiera sido la primera mujer aceptada por la RAE.

«Maria Moliner introdujo innovaciones que luego fueron utilizadas en otros diccionarios, incluso en el de la RAE, porque era muy exigente, no sólo por el contenido, sino por la estructura, la metodología y la forma de su diccionario», señaló Calzada Pérez.

La RAE nombró al lingüista Emilio Llorach en lugar, aunque al año siguiente galardonó a Moliner con el premio «Lorenzo Nieto López», por sus trabajos en favor de la lengua española.

«Si bien ella no generó ningún tipo de reacción, socialmente fue un escándalo que María Moliner no fuera académica», por la notoriedad que había ganado su diccionario por entonces, añadió el autor de la obra de teatro Diccionario.

Referencia: Analía Llorente, BBC Mundo