El 8 de marzo de 1993, el cuerpo de James Jordan, el padre de Michael, fue encontrado muerto después de ser asesinado el 23 de julio de ese mismo año. Larry Dimmer y Daniel Andre Green fueron acusados ​​del asesinato, con dos amigos que negaron los cargos y uno culpó al otro por la muerte de Jordan, de 56 años.

Finalmente, en 1996, fueron declarados culpables de asesinato en primer grado y robo a mano armada, y condenados a cadena perpetua. Después de 24 años, el caso vuelve a la superficie, ya que un informe penitenciario defiende que Dimmer sea liberado a causa de su buena conducta en reclusión.

El 16 de junio de 1996, tres años después de la tragedia, Michael Jordan ganó su cuarto campeonato con los Bulls y poco después se echó a llorar. Fue tras el partido 6 contra los Supersonics (87-75), cuando le dedicó el título a su padre, en una escena que siempre sacudirá a todos los jugadores de baloncesto: “Sé que me ve. ¡Para mis hijos, mi esposa, mi hermana, mi madre, eso es para mi papá! ”.

Fuente: Mundo Deportivo