Les llaman mentas de guardia, sin embargo…, los guardias también investigan el por qué estas golosinas llevan el nombre de su oficio.

Son esas mentas verdes, también denominadas mentas de viejos o de espíritu, que sobrepasaron el eslabón de simples golosinas y que en la actualidad se encuentran en la categoría de productos representativos que para algunos de los más experimentados de cualquier sociedad hasta forman parte de su historia.

Identificadas bajo la marca Panca y comercializadas al precio de un peso la unidad, se han mantenido en el mercado durante años aunque su blanco de público “nunca han sido los jóvenes”.

Por lo menos, así lo informó Manolo González, propietario del colmado “Mi novia” de esta ciudad, quien confirmó que en la actualidad quienes compran estas mentas son en su mayoría los adultos mayores.

Y aunque suene a paradoja, el comerciante dijo que “tengo treinta y tres años en el negocio y en los últimos años no he visto el primer guardia que ha venido pidiendo una menta verde”.

Entonces, si los guardias no las compran, ¿por qué llevan el nombre de su oficio estas verdes golosinas?

La primera teoría al respecto la ofreció el señor Ramón Pichardo, al decir que “años atrás, los guardias ganaban muy poco dinero, entonces cuando se enamoraban no podían regalar mentas costosas sino que compraban “las verdes”, que costaban en ese tiempo dos cheles la unidad… Siempre tenían en los bolsillos y por eso, estas mentas los representaban”.

Aunque Pichardo también relacionó el color de éstas con los trajes de los guardias: ambos de color verde.

Mientras que el mercadólogo José Luis Rodríguez aunque poco conoce del origen de este nombre, desde el punto de vista mercadológico, lo calificó como un modismo.

“Hay nombres impuestos por los mismos clientes que se difunden de tal manera que llegan a identificar el producto. Esto fue lo que pasó con estas mentas, el cliente le puso el nombre y no el fabricante, en este caso, mentas de guardia”.

Y el propietario del colmado Mi Novia también emitió su opinión al respecto y aunque coincidió con el señor Ramón Pichardo, agregó que “los guardias eran los clientes potenciales de este producto porque tenían que amanecer fuera de sus casas y en las mañanas les era efectivo utilizar una de estas mentas”.

Y por cuestión de coincidencia, suposición o conocimiento de la historia todos los consultados concordaron con estas afirmaciones.

“Los guardias ganaban poco y debido a sus limitados recursos sólo podían invertir en estas mentas cuando se enamoraban” y “desde que llegaron al mercado las mentas verdes les llamaron a la atención por identificarse con el color de sus uniformes”, eran algunas de las expresiones que ya sonaban a postalita repetida en las consultas realizadas en distintos colmados de esta ciudad, donde en su mayoría fueron entrevistados adultos mayores.

Aunque, algunos jóvenes también fueron abordadas, pero ninguno logró emitir una opinión concreta debido a su total desconocimiento del tema en cuestión.

¿De guardia, cuáles son esas? ¿Esas no son las mentas de viejo? Fueron las expresiones más comunes entre los jóvenes consultados.

Es posible que a más de uno, se le despertara la curiosidad de conocer el por qué estas mentas verdes se atribuyen a los guardias, un enigma que ni los implicados en el oficio han logrado descubrir a cabalidad.

Menta de guardia

El bajo salario de los guardias fue relacionado con el precio de esta golosina que siempre fue menor que las demás. Sin embargo, no han desaparecido del mercado, aunque su demanda es cada día menor, ya que los jóvenes prefieren gosolinas con sabores variados y presentaciones atractivas.

Fuente: El Nacional.