Los bandazos en cuanto al tamaño de la joyería vuelven a subir al trono los tamaños XL. La pasarela dicta que, de cara a la nueva temporada, los pendientes deben jugar el papel estrella.

Si el invierno pasado la búsqueda del equilibrio era la máxima a la hora de elegir joyería (convivían todo tipo de tamaños en función de cada colección), esta primavera-verano se pierde el miedo al maximalismo. Con el protagonismo enfocado concretamente en los pendientes, estos se presentan en tamaños XL y con ganas de jugar: desparejados como en JW Anderson, largos por debajo de los hombros como en Céline, individuales o explosivos, como el logo en dos piezas (pendiente y earcuff) de la primera colección de Anthony Vaccarello para Saint Laurent.

Fuente: Harper´s Bazaar.