El vertedero de Duquesa venia siendo mal gestionado por una empresa privada desde hace al menos una década. Y decimos mal gestionado porque habría que ser un mago para gestionar adecuadamente un vertedero como el de Duquesa, que recibe más de un millón de toneladas de basura al año, sin clasificar y de todo tipo, con vertidos legales e ilegales. Solo tenemos que recordar cuantas veces se han vertido residuos sanitarios (biológicamente peligrosos), baterías de todo tipo y un sinfín de productos de obligado tratamiento especializado. Y todo esto con un pago por vertido mínimo. Las únicas empresas que reciben pago razonable en el negocio de la basura del Gran Santo Domingo son las empresas transportistas de la basura, un grandísimo negocio logístico que cada Alcalde maneja como mejor le viene en gana o como mejor puede, sin dejar de lado las veces que se entrecruzan los beneficios particulares de los funcionarios que toman las decisiones sobre estos temas.

Estos días toda la ciudad paga un precio puntual por una pésima gestión urbana y ambiental de los municipios, ayuntamientos y del Gobierno Central. Parece mentira que a la fecha siga existiendo este vertedero y más aun que el mal manejo anterior haya empeorado aún más con la gestión pública que está ocurriendo hoy en día, después que la anterior empresa gestora haya sido despojada del manejo del vertedero y la administración haya sido asumida el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

El vertedero de Duquesa en el año 2008 inició un programa de reciclaje e instaló un sistema de gestión y quema del biogas (gas metano) que se produce de manera continua con la fermentación y putrefacción de los residuos orgánicos. Este sistema se suponía ayudaría a mitigar los incendios del vertedero. La basura al fermentar se calienta y produce gas metano, que es inflamable. Es una mezcla peligrosa la de temperatura, gas y plásticos, basura y toda clase de residuos peligrosos y contaminantes. El proyecto que se implementó tenia como finalidad capturar el gas que se generase y quemarlo de manera controlada, inicialmente con antorchas y posteriormente para generar energía.

Después que este proyecto líder en America Latina se implementara en el año 2014 el Ayuntamiento de Santo Domingo Norte le canceló el contrato de gestión a la empresa privada que operaba el vertedero (Lajun Corporation), y entró a operar el vertedero durante seis meses el propio Ayuntamiento de Santo Domingo Norte, el cual introdujo maquinarias pesadas que rompieron todo el sistema de tuberías para captar biogás diseñado por la empresa francesa Bionersis, para quemarlo en consorcio con Lajun. El conflicto se produjo en un período electoral y el alcalde necesita recursos para la campaña.

Francisco Fernández, seis meses después le devuelve a Lajún el vertedero de Duquesa, tras llegar a un “arreglo” con esa empresa. Ahora si, ya sin un sistema que pueda captar el biogas que se produce con la fermentación de la basura. El daño no fue sólo para Santo Domingo Norte, sino para el Distrito Nacional completo. Lajun retornó a la administración, sin presupuesto, sin plan integral y desechando ya el sistema de biogás. Esa es la triste historia de la administración de la basura en la capital.

El problema de los incendios en el vertedero es un problema habitual, que obliga a tener un adecuado manejo del mismo, un manejo responsable,  para evitar el desastre que hoy sufre toda la ciudad y que todos los días sufren los moradores de los alrededores del vertedero. Estos incendios de mayor tamaño solían reservarse para la época ciclónica, donde el mayor calor y humedad favorecían que aparecieran conatos de incendios y que obligaban a la administración del vertedero a estar en un continuo corre corre para evitar incendios mayores. Incendios como este que sufrimos en todo el Gran Santo Domingo desde el Sábado.

Escuchar del Ministerio de Medio Ambiente que este incendio es por causas incontrolables, como si fuera “fuerza mayor” o un “acto provocado” o el resultado de alguna chispa, es una burla a la sociedad, una burla que se sustenta en la ignorancia del público. Es un insulto a todos los que vivimos en Santo Domingo. Este tipo de problemas es habitual, en el día a día, del manejo de un vertedero. Que ocurra esto ahora, que es la época fría del año es un gran aviso de peligro sobre la mala gestión que existe actualmente en el vertedero en el punto de mira de toda la sociedad dominicana. Esta señal de alerta nos pone sobre aviso de lo que puede ocurrir más adelante. Escuchar a los responsables de la gestión del vertedero solicitar el perdón de los ciudadanos de Santo Domingo… ¿significa que no hay mayor responsabilidad que esa? Si el gestor fuera una empresa privada, ¿no estaría La Procuraduría  presentando cargos en contra del gestor?

El Ministerio de Medio Ambiente ya no tiene excusa para presentar una solución real al problema del Vertedero de Duquesa. Hoy es el responsable de la operación y gestión del mismo. La culpa ya no puede echarse a una empresa privada. Entonces, ¿qué ocurrirá con los responsables de que todo el Gran Santo Domingo esté respirando aire altamente contaminado? ¿Cuál es el plan del Ministerio para resolver este problema y que no vuelva a ocurrir?

Fuente: Acento.com