El proyecto de los socialistas de Scholz, de aprobarse, sentará un precedente para los planes de Podemos en España

El derecho de votar a partir de los 16 años era una reivindicaciónrelativamente reciente en Alemania. En 1996, el estado federado de Baja Sajonia fue el primero en introducirlo a nivel municipal. Hasta la fecha, otros diez Länder han seguido su ejemplo, de manera que a esa edad también se puede votar en las elecciones locales en Baden-Württemberg, Berlín, Brandeburgo, Bremen, Hamburgo, Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Renania del Norte-Westfalia, Sajonia-Anhalt, Schleswig-Holstein y Turingia. A nivel regional, este derecho ha sido legislado solamente en Brandeburgo, Bremen, Hamburgo y Schleswig-Holstein.

En Hesse, el derecho al voto desde los 16 años existió durante un corto periodo de tiempo, en 1998, pero fue revertido en 1999 por el gobierno de Roland Koch. Pero en ninguna de estas regiones los jóvenes de 16 años tienen derecho a presentarse como candidatos, lo que significa que pueden votar pero no pueden ser elegidos. Para el Bundestag, sin embargo, el voto de los menores de 18 años sigue vedado desde 1949 y eso es lo que la coalición semáforo de Olaf Scholz pretende cambiar, según establece el texto del acuerdo para la formación de gobierno.

El asunto ha sido promovido desde las juventudes socialdemócratas (Jusos) por su presidente, Kevin Kunert, que acaba de abandonar ese cargo para ocupar su primer escaño en el Bundestag y que se postula como líder emergente del SPD. Kunert está convencido de que la pérdida de la condición de «Volkspertei» por los socialdemócratas, que durante la última década han visto descender sus resultados electorales por debajo del 20% e incluso del 15%, radica en la huida del voto joven y en el envejecimiento de la población alemana. Lucrarse del sector más joven es también la lectura que en España hace la extrema izquierda de Podemos, que tiene la misma reivindicación del voto a los 16.

Alemania tiene uno de los parlamentos más grandes del mundo, con 736 escaños y existe un amplio consenso sobre la necesidad de una reforma

Kunert plantea la lucha política como una lucha generacional y aboga por la estrategia de sumar votantes por la franja de inferior edad, lo que a su juicio devolverá al SPD en las próximas elecciones una ventaja sobre la conservadora CDU. Atendiendo a su exigencia, el acuerdo de coalición entre el SPD, los Verdes y el FDP incluye esta modificación dentro de un plan más amplio de reforma. Después de las últimas elecciones del pasado 26 de septiembre, Alemania tiene uno de los parlamentos más grandes del mundo, con 736 escaños y existe un amplio consenso sobre la necesidad de una reforma que devuelva la cámara a un formato más racional y funcional. Dentro de este apartado, el acuerdo determina que «la edad mínima para participar en las elecciones federales se reducirá a 16 años, según la voluntad del SPD, los Verdes y el FDP» e igualmente expone su intención de «rebajar la edad de voto para participar en las elecciones al Parlamento Europeo de los actuales 18 a los 16 años».

Para las elecciones europeas, los coalicionistas podrían adoptar esta reforma con mayoría simple, cambiando la Ley Electoral Europea. La situación es diferente en las elecciones al Bundestag porque aquí sería necesaria una enmienda a la Ley Fundamental. Esto requiere la aprobación de dos tercios de los miembros del Bundestag, lo que significa que los socios de la coalición también necesitarían votos de la oposición. El Partido Die Linke (La Izquierda) también ha mostrado simpatía por el proyecto, mientras que la conservadora CDU y la extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD estabaAfD) están en contra.

La coalición semáforo pretende además fijar voto joven con una serie de reformas especialmente pensada para agradar a esta franja de edad, como el reconocimiento del sexo transgénero, la legalización del cannabis y mayores facilidades para el aborto. El pacto que han alcanzado los tres partidos recoge una reforma para que las Cajas de los Seguridad Social paguen los gastos de los anticonceptivos y una reforma también de la Bafög (Ley de Asistencia a la Formación), que otorga generosas becas a muchos estudiantes a cambio de su emancipación familiar. Estas becas deberán, según el texto, «hacer menos dependientes de los padres y elevar los límites de edad y el periodo de cobro», permitiendo así la prolongación de la vida universitaria a costa de las ayudas públicas.

Todos estos asuntos, que esperan ser legislados durante los próximos cuatro años y que ocuparán un amplio espacio en el debate público, propiciarán una mayor visibilidad del SPD entre los jóvenes, según la estrategia de Kevin Kunert, y servirán al SPD para recuperar voto de cara a las próximas generales.

Fuente: abc.es