Como si se tratara de unas mazmorras de la Edad Media, pero en pleno siglo 21, funciona la cárcel improvisada que opera en un sótano del destacamento policial Bellas Colinas, en Santo Domingo Oeste.

No se conoce quién ordenó que la parte subterránea de esa estación policial fuera utilizada como una cárcel clandestina pero, como denuncia la Oficina de la Defensoría Pública de la provincia Santo Domingo, que hizo un levantamiento de las condiciones del recinto, en ese lugar, sin las más mínimas condiciones, se retiene por meses a personas a las que le han impuesto prisión preventiva y fueron remitidas a cárceles.

De acuerdo a un informe, en el recinto se encuentran personas con hasta 8 meses de prisión preventiva, que en vez de ser llevadas a las cárceles, son mantenidos ahí en condiciones de hacinamiento e insalubridad.

El sótano de la construcción, de aproximadamente unos 400 metros, alberga en tres pabellones a cerca de 100 personas, de acuerdo al levantamiento de un investigador que pudo penetrar a la cárcel, lo que corroboraron personas con familiares detenidos.

Ese limitado espacio para tantas personas les obliga a estar parados la mayor parte del tiempo y en ropa interior, por el terrible calor.

De acuerdo a la encargada de la coordinadora de la Defensoría Pública en esa jurisdicción, Mareline Tejera, nadie sabe decir bajo qué autoridad se creó ese recinto que vulnera todos los derechos como persona, sobretodo el de la salud, pues el propio hacinamiento en un lugar sin ventilación hace que cualquier situación de un recluso se propague.

El lugar, sin fuero de legalidad, fue descubierto al entrar en funcionamiento la Oficina de la Defensoría Pública en Santo Domingo Oeste, dice el informe.

Relata que los presos no pueden salir a la luz, tampoco reciben comida, sino que son los propios familiares que tienen que suministrala.

Tampoco hay un registro electrónico o manual de los imputados, de acuerdo al informe, que también fue remitido a la titular de la provincia, la fiscal Olga Diná.
¿Hábito? La situación que se vive en Bellas Colinas también pasa en varios cuarteles de la jurisdicción de Monte Plata, que pasaron de ser lugares de detención a cárceles carentes de legalidad, que albergan un sinnúmero de personas por tiempo indefinido.

El informe indica que en La Quinta, una unidad en Monte Plata, en una celda para no más de 20 personas se encontraron 120.

Se destaca que al ser lugares de detención no cuentan con colchonetas y tampoco se proporciona alimento ni asistencia médica.