La capitalización global de las divisas virtuales alcanza los 400.000 millones de dólares

El bitcoin acapara el 36% del mercado, seguido del etherum (20%) y el ripple (8%)

El despertar de las criptomonedas está sacudiendo al mercado. Aunque su origen se remonta a 2008, ha sido en los dos últimos años cuando ha cobrado un protagonismo especial. En cuestión de meses los inversores han pasado de desconocer el término bitcoin a incluirlo dentro de su universo de activos de inversión. Sin embargo, su regulación sigue siendo una incógnita. Hasta el momento ninguna institución ha querido entrar en el nuevo terreno de juego. De hecho el presidente del BCE, Mario Draghi, afirmó hace un par de semanas que no es tarea de su institución regularla.

  • Criptodivisa

Las criptodivisas o criptomonedas son divisas virtuales. Al igual que una divisa tradicional pueden ser intercambiadas y operar con ellas en el mercado. Sin embargo, escapan al control de los gobiernos y las instituciones financieras por lo que carecen de regulación. Hasta la fecha solo el mercado de derivados de Chicago ha activado una herramienta para negociar contratos de futuros de bitcoin.

A diferencia de las divisas tradicionales, estas son menos susceptibles a las economías y coyunturas políticas de los países porque están descentralizadas y carecen de un mercado oficial. Todo el mundo puede acceder a ellas y pueden transferirse de manera casi instantánea a cualquier persona en cualquier parte del mundo.

Entre los principales riesgos de estos activos destaca la volatilidad, que les lleva a experimentar grandes fluctuaciones en cuestión de minutos. Precisamente estas fuertes oscilaciones son vistas por los operadores de trading como grandes oportunidades para sacar partido de la inversión.

Por el contrario, otros identifican la volatilidad como el terreno perfecto para la especulación. A esto hay que sumarle la idea de que no hay ningún sistema para compensar a los inversores que sufren pérdidas ante errores humanos o fallos técnicos.

  • Bitcoin

Es la primera divisa virtual creada en 2008 bajo el pseudónimo de Satoshi Nakamoto. A ella le han seguido otras muchas con características diferentes. Como cualquier moneda virtual está descentralizada y carece de un emisor central como en el caso de los dólares (Reserva Federal) o los euros (BCE). Se pueden comprar bitcoins con euros u otras divisas y viceversa. En definitiva, funciona como cualquier otra moneda. Su falsificación o duplicado es imposible gracias al sistema criptográfico. En su empleo no es necesario revelar tu identidad al hacer negocios, preservando así la privacidad, algo que visto por muchos como un riesgo, especialmente si se tiene en cuenta que los últimos ciberataques se han financiado vía bitcoin.

Las criptomonedas cuentan con una capitalización global de 400.000 millones de dólares, según recoge JP Morgan en uno de sus informes. Solo el bitcoin abarca el 36% del mercado (142.000 millones de dólares).

El precio más elevado lo marcó el pasado 17 diciembre cuando alcanzó los 19.535,7 dólares por unidad, lo que implica una subida del 1.795,8% en el año. Esta revalorización ha llevado a muchos a hablar de burbuja, término que ha ido ganando adeptos después de las fuertes oscilaciones que ha experimentado en este inicio de año. El 6 febrero registró su precio más bajo en tres meses al caer a los 6.252,44 dólares.

El auge experimentado por esta criptomoneda es tal que cada día son más los proveedores que la aceptan como medio de pago. Microsoft, por ejemplo, permite su uso para la compra de apps, juegos o videojuegos en Windows, Windows Phone o Xbox. También permiten su empleo otras compañías como Badoo, Expedia o Subway.

  • Etherum

Es la segunda criptodivisa por volumen de capitalización (80.511 millones de dólares) y al igual que bitcoin opera sobre blockchain. Su principal objetivo es crear contratos de valor. Su principal diferencia diferencia con la criptomoneda anterior es que carece de máximo de ethers. A día de hoy no se ha alcanzado el límite máximo de bitcoins pero se espera que en un futuro próximo lo alcance.

Ethereum fue propuesto por Vitalik Buterin, un desarrollador de criptomoneda. Su creación se consiguió gracias a una plataforma de financiación colectiva que comenzó en agosto de 2014, pero hubo que esperar 11 meses para su salto al mercado. El objetivo de esta moneda virtual es el de descentralizar la web a través de cuatro componentes que forman parte de la hoja de ruta de la web 3.0 : publicación de contenido estático, mensajes dinámicos, transacciones confiables y una interfaz de usuario integrada y funcional.

El funcionamiento se rige por la máquina virtual Ethereum Virtual Machine y emplea como divisa interna el ether. Su diferencia con otras criptomonedas es que no se trata solo de una red para reflejar las transacciones de valor monetario, sino que es una red para la alimentación de contratos basados en ethereum, unos contratos de código abierto que pueden ser usados para ejecutar de forma segura una amplia variedad de servicios, entre los que se incluyen sistemas de votación, intercambios financieros, plataformas de criptomecenazgo o propiedad intelectual.

En 2017 ethereum se revalorizó un 9.742% pasando de los 7,35 dólares a los 723,28 billetes verdes por unidad. Su valor más alto hasta el momento lo registró el 15 enero: 1.389,18 dólares. A día de hoy se sitúa en los 873 dólares.

  • Ripple

Es la tercera criptodivisa por volumen de capitalización (30.224 millones de dólares). Esta moneda se basa en la posibilidad de encadenar pagos a través de redes de confianza abiertas. Su principal ventaja es que no depende de una institución que tome decisiones de política monetaria, sino que son los propios participantes quienes asumen esta función de manera democrática. En España Banco Santander está empleando la tecnología de esta divisa para realizar transferencias a nivel interno.

El precio más alto registrado por ripple son 3,65 dólares del pasado 4 de enero. A día de hoy un ripple se cambia a 1,07 dólares.

  • Blockchain

Blockchain o cadena de bloques es una base de datos, una especie de libro de contabilidad, del que guardan una copia todos los participantes de la red. No está almacenado en un servidor único, sino en multitud de servidores. Se trata de una especie de libro de registro en el que se recoge toda la información de las transacciones que se han efectuado en la red. A cada participante se le denomina nodo. Estos se conectan en una red descentralizada sin ordenador principal. El blockchain permite intercambiar valores sin intermediarios.

El eje sobre el que se apoya esta tecnología es el consenso de manera que todos disponen de la misma información. Puede haber cadenas de bloque públicas, como sobre las que trabajan el bitcoin o el etherum, o privadas, en las que solo pueden entrar quienes determinen los propietarios.

  • Encriptación

En el ámbito de la informática su significa es ocultar información. Se trata así de una técnica que, como señalan desde BBVA, permite proteger el intercambio de los datos, dotando de mayor seguridad a los procesos en los que se emplean.

  • Nodos

Se trata de los participantes, es decir, de los equipos que constituyen la red de blockchain. Su objetivo es almacenar y distribuir en tiempo real copias actualizadas de las operaciones que se efectúen. Cada vez que se crea un bloque y se incluye en el gran libro de cuentas, se acompaña de una copia en todos los nodos que forman parte de la red.

  • Mineros

Son un subgrupo dentro de los nodos, encargados de realizar las operaciones y vigilar los nodos de forma pasiva. Las operaciones que se llevan a cabo en la red se agrupan en bloques y los mineros tienen como misión validarlas. Es decir, tratan de buscar una clave informática (fórmula matemática) que se conoce con el nombre hash. Los mineros del bitcoin son la figura clave del blockchain y permite sustentar esta y las distintas criptomonedas que existen en la actualidad. No son personas sino máquinas.

  • Hash

Es la clave informática o huella digital que valida que valida las operaciones agrupadas en bloque. Se tratan de fórmulas matemáticas que en muy pocos caracteres agrupan una gran cantidad de información. No hay dos hash iguales y no pueden ser modificados. Cada bloque dispone de un hash nuevo y cuenta con el hash del bloque anterior. Con ello se consigue que todo quede encadenado, dando sentido a la palabra chain (cadena en inglés). Cada vez que se descubre un hash se distribuye al resto de nodos que forman parte de la red, a fin de lograr la sincronización.

  • ICO

ICO o Initial Coin Offerings (ofertas iniciales de moneda) son una forma de financiación empresarial. En concreto, lo que financia es la creación de una nueva criptomoneda, que al igual que una acción puede ser intercambiada en el mercado. La principal ventaja para los creadores de la divisa virtual es que no tienen que buscar financiación por los cauces habituales de bancos o capital riesgo, lo que les permite gozar de condiciones más ventajosas.

  • Tokens

Con este nombre se designa a las piezas (unidades)que sirven para recibir un bien o servicio a cambio de dinero. Los tokens o unidades se transmiten a través de los mensajes de la red de blockchain y se emplean para intercambiarse bienes y servicios de todo tipo. Así un token puede otorgar un derecho, emplearse para pagar por un trabajo, ceder unos datos, etc.

¿CÓMO SE LLEVA A CABO UNA TRANSACCIÓN CON BITCOINS?

Para llevar a cabo una transacción en bitcoins necesitas una billetera o wallet para gestionarlos. A continuación se envían los bitcoins a la dirección electrónica del destinatario. Las diferentes transacciones se agrupan en bloques y los nodos son los encargados de validar las operaciones por medio de fórmulas matemáticas. El bloque se añade al blockchain y así el destinatario recibe los bitcoins. Son solo necesarios entre 15 y 10 segundos.

La manera más sencilla para conseguir un bitcoin es comprarla a través de una plataforma a cambio de divisas.

Fuente: El País