Esta imagen de archivo, tomada el 8 de marzo de 2012, muestra el logotipo del grupo Air France KLM durante una conferencia de prensa en París.-

Francia y Holanda anunciaron este viernes paquetes de ayuda multimillonarios para sus respectivas aerolíneas, Air France y KLM, asociadas desde 2004 y prácticamente varadas en tierra desde que estalló la crisis del nuevo coronavirus.

El Estado francés otorgará préstamos por un total de 7.000 millones de euros, mientras que Holanda anunció un paquete de entre 2.000 y 4.000 millones de euros.

La nacionalización de Air France no está prevista, puntualizó el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire.

En el caso de Air France, las ayudas se desglosan en 4.000 millones de euros en préstamos bancarios garantizados por el Estado y 3.000 millones de préstamos directos, precisó en una entrevista televisiva el ministro.

En el caso de KLM, el ministro holandés, Wopke Hoekstra, se limitó a indicar que el gabinete trabajaba en los detalles de la ayuda.

Francia también estudia conceder un préstamo bancario garantizado por el Estado de unos 5.000 millones de euros para ayudar al grupo automovilístico Renault.

– Crisis «histórica» –

El Estado francés posee parte del accionariado de Air France y Renault.

«Tenemos que salvar a nuestra compañía nacional y los 350.000 puestos de trabajo directa o indirectamente afectados», explicó el ministro francés.

«Estamos junto a Air France, junto a los trabajadores de Air France para garantizar nuestra independencia y preservar puestos de trabajo», explicó Le Maire.

Sin embargo, esas ayudas no significan «un cheque en blanco», sino que vendrán con «condiciones», aseguró el ministro, como la exigencia de volver a beneficios, y criterios medioambientales.

«Air France tiene que presentar un plan de reducción de emisiones de CO2», indicó.

En cuanto a Renault, el ministro explicó que «lo que está en juego es nuestra industrial automovilística (…) un millón de empleos en todo nuestro territorio».

La crisis es «histórica» y Le Maire expresó su deseo de que todos los empresarios franceses, sea cual sea el tamaño de su compañía, «sepan que el Estado estará a su lado y que haremos todo lo que sea necesario».

Renault, cuya nota financiera ya ha sido degradada por las agencias de calificación, tuvo que gastar 5.500 millones de euros de sus reservas en tres meses para hacer frente a la crisis.

Francia calcula que su Producto Interior Bruto podría caer un 8% este año, un descalabro nunca visto desde la Segunda Guerra Mundial.

«Esta crisis es histórica. Durará años, será largo», predijo el ministro.

Fuente: Agencia Francesa de Prensa