El atentado ocurrió este lunes por la tarde cuando 22 policías burkineses se dirigían para realizar un relevo a la localidad de Yirgou, en el centro-norte de Burkina Faso, y fueron emboscados en la carretera que une las localidades de Barsalogo y Foubé.
Según la AIB, las autoridades regionales del centro-norte están celebrando hoy una reunión de emergencia en Kaya, localidad a 100 kilómetros de la capital burkinesa, Uagadugú.
Burkina Faso padece la lacra del yihadismo desde abril de 2015, cuando miembros de un grupo afiliado a Al Qaeda secuestraron a un guardia de seguridad rumano en una mina de manganeso en Tambao, en el norte del país. El hombre sigue desaparecido.
La región más afectada por la inseguridad es la del Sahel, situada en el norte y que comparte frontera con Mali y Níger, aunque también se ha expandido a provincias limítrofes, como la región Centro-Norte, y al este del país.
Los actos terroristas suelen atribuirse al grupo local burkinés Ansarul Islam, a la coalición yihadista del Sahel Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes y al Estado Islámico en el Gran Sahara, que atacan también en países vecinos con los que Burkina Faso comparte frontera, como Mali y Níger.
La violencia en Burkina Faso ha ocasionado que más de 1,2 millones de personas huyan forzosamente de sus hogares.
Fuente: El Nuevo Diario