El recuento de las elecciones presidenciales de Estados Unidos han entrado en un punto decisivo. El candidato demócrata, Joe Biden, acaba de adelantar a su rival republicano, el presidente Donald Trump, por 5.587 votos en Pensilvania, un estado donde confía en conseguir una victoria lo suficientemente holgada como para ser proclamado ganador matemático de la carrera. Sus 20 votos del Colegio Electoral servirán a Biden, que actualmente lleva 253 frente a 213 de Trump, para alcanzar la cifra mágica de 270 delegados y le abrirán las puertas de la Casa Blanca.

La prudencia se impone pero en estos momentos es prácticamente ‘game over’ para Trump. Para ser reelegido, el republicano necesitaría ganar en los cuatro estados pendientes y en estos momentos su rival demócrata lidera en todos en ellos. Biden va también por delante en Georgia pero por un margen de papeletas (1.097) más estrecho que en Pensilvania, tanto que apunta a que habrá un recuent o, ha informado el secretario de Estado, Brad Raffensperger, responsable de las elecciones en el estado. Quedan además todavía algunas categorías de votos por recontar en los próximos días por lo que ninguno de los grandes medios de comunicación estadounidenses, tampoco la agencia AP, ha asignado el estado sureño al demócrata. El ex número dos de Obama va también a la cabeza en Arizona y Nevada por varios miles de votos pero el recuento va con retraso.

La campaña del candidato republicano sostiene que todavía podría ganar en Arizona pero nada de eso cambiaría su suerte: Trump será uno de los pocos presidentes de la historia de EE.UU. de un solo mandato. Los últimos en ser desalojados de la Casa Blanca después de cuatro años, George Bush padre y Jimmy Carter, se fueron con gracia y aceptando sin reservar sus derrota. Trump no está dispuesto a hacerlo. El jueves por la noche compareció en la sala de prensa de la Casa Blanca para insistir en proclamarse ganador, acusar a los demócratas de robarle las elecciones y difundir una larga sarta de mentiras que muy probablemente millones de votantes republicanos creerán.

El clima político es de alta tensión. Cientos de simpatizantes del presidente, en ocasiones, fuertemente armados, se han congregado a las puertas de los colegios electorales. En Pensilvania, donde Trump iba al principio a la cabeza, piden que se pare el recuento. En Arizona y Nevada, donde aspira a alcanzar a Biden, acusan a las autoridades de añadir miles de votos demócratas fraudulentos y ocultar el republicano. En Filadelfia (Pensilvania) la policía detuvo anoche a dos personas armadas sospechosas de ultimar un atentado para tratar de entrar al centro de convenciones de la ciudad, donde continúa el recuento de los votos emitidos por anticipado y por correo. Los republicanos impidieron a los demócratas que esos votos se empezaran a contar antes del día de las elecciones, como por ejemplo hacen en Florida después del fiasco del 2020 para evitar problemas, de ahí el retraso en el conteo.

Fuente: La Vanguardia