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El presidente chino, Xi Jinping, elogió este viernes su relación «sin conflicto» con Italia al inicio en Roma de una gira europea para promover su «Nueva Ruta de la Seda», que preocupa a la Unión Europea y a Estados Unidos.

«Entre nosotros no hay un conflicto de intereses fundamental», reconoció Xi al término de una reunión con el presidente italiano, Sergio Mattarella.

El mandatario chino, quien llegó con una delegación de 500 personas, fue recibido con todos los honores por las autoridades italianas.

Las principales avenidas del casco histórico de la ciudad fueron dispuestas para el paso con escoltas a caballo del mandatario, quien visitó el Altar de la Patria en la plaza Venecia donde depositó una corona de flores.

Italia espera fortalecer su relación comercial con China, una opción que suscita muchas objeciones dentro de la Unión Europea.

«La contribución italiana a la nueva Ruta de la Seda es crucial», aseguró el presidente Mattarella, quien exigió para ello «intercambios comerciales en las dos direcciones» así como una «leal competencia».

El respeto a la propiedad intelectual y la lucha común contra la falsificación también fueron algunos de los temas abordados.

Por su parte, el presidente Xi garantizó que China quiere «un comercio y un flujo de inversiones que tenga dos direcciones», dijo.

«Queremos construir proyectos serios y cualificados a lo largo de la Ruta de la Seda, queremos aumentar los intercambios y las inversiones en ambos sentidos», recalcó.

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, deberá firmar el sábado con Xi un memorando de acuerdo para la participación de Italia en su ambicioso proyecto para la realización de una red de infraestructuras repartidas en los cinco continentes.

La nueva Ruta de la Seda o Puente Terrestre Euroasiático, es una ruta de transporte ferroviario que permite el movimiento tanto para mercancías como de pasajeros a nivel transcontinental.

Se trata de un plan estratégico con ramificaciones geopolíticas y económicas, criticado por algunos como un instrumento para dominar el mundo y alabado por otros como un plan Marshall del siglo XXI que ayudará a desarrollar regiones olvidadas.

El memorando de entendimiento entre China e Italia «no es vinculante», advirtió Conte, en un claro mensaje para tranquilizar tanto a EEUU como a los europeos.

El asunto divide también a la coalición populista en el poder en Italia.

El viceprimer ministro italiano y ministro del Interior, Matteo Salvini, hombre fuerte del gobierno como líder de la derechista Liga, advirtió que Italia no es «la colonia de nadie».

Salvini rechazó la invitación a una cena de gala ofrecida por el presidente Mattarella a su homólogo chino.

El ministro derechista se pronunció también en contra de la posibilidad de que el gigante chino Huawei participe en el lanzamiento de la tecnología 5G para teléfonos móviles en Italia.

Su aliado de gobierno, Luigi Di Maio, líder de la formación antisistema Movimiento de Cinco Estrellas, en cambió es favorable al acuerdo y trató de disipar los temores asegurando que se creará una autoridad para el control.

Estados Unidos, que mantiene una verdadera guerra comercial en China, se ha pronunciado varias veces en contra de la posición del gobierno italiano.

Un funcionario de la Casa Blanca, Garret Marquis, advirtió la semana pasada que Roma no tiene «ninguna necesidad» de unirse al proyecto de nueva ruta, en el que participan ya unos 64 países.

Al igual que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, «en Italia también decimos ‘primero Italia'» aseguró Di Maio.

Italia corre el riesgo de convertirse en «el caballo de Troya chino en Europa», lamentó Mariastella Gelmini, líder de Forza Italia, el partido del ex primer ministro Silvio Berlusconi, ahora en la oposición.

Italia, la segunda economía de la Eurozona, oficialmente en recesión, no oculta su deseo de fomentar más acuerdos con China.

La gira de Xi por Europa, que incluye paradas en Mónaco y Francia, se produce diez días después de que la Unión Europea publicara un plan de diez puntos en el que considera un «rival» comercial a China.

Representantes de los 28 países de la UE se reunirán este viernes en Bruselas para acordar las bases de un frente común europeo contra Pekín, propuesto por París y Berlín, antes de la cumbre UE-China del 9 de abril en la capital belga.

Xi se reunirá el martes en París con el presidente francés Emmanuel Macron, la canciller alemana Angela Merkel y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.

Fuente: AFP