Un hospital regional en Iquitos, la mayor ciudad de la Amazonía peruana, el 14 de mayo de 2020.-

(AFP).-El Fondo Monetario Internacional (FMI) concedió a Perú una línea de crédito de 11.000 millones de dólares en dos años, solicitada por Lima para hacer frente a la crisis desatada por la pandemia del coronavirus.

«El directorio ejecutivo del FMI aprobó hoy (jueves), por un término de dos años, un acuerdo de Línea de Crédito Flexible (LCF) para Perú» por 11.000 millones de dólares, según un comunicado del FMI.

La LCF es un instrumento de financiamiento renovable otorgado a países con sólidos antecedentes de política económica, que permite al beneficiario tener acceso a montos importantes en cualquier momento.

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, elogió «los marcos institucionales y de políticas muy sólidos de Perú» que han ayudado al país a «lograr resultados macroeconómicos impresionantes y reducir vulnerabilidades».

Sin embargo, consideró que «el choque de la covid-19 plantea un desafío extraordinario, que está empujando a la economía peruana a una recesión».

Por su parte, el Banco Central de Reserva del Perú destacó que la LCF fue solicitada para «reforzar la resistencia de la economía (peruana) ante la incertidumbre mundial originada por la pandemia del Covid-19».

Indicó que la LCF tiene «carácter contingente», que permite al país usar los recursos asignados «cuando lo considere conveniente», por lo que «su sola aprobación por parte del FMI no genera ninguna deuda».

– Alta informalidad –

Por su lado, el jefe del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, dijo este viernes que Perú tiene una situación financiera «muy robusta» y que la línea de crédito le permitirá «ampliar la capacidad de respuesta».

«Se necesitan medidas de apoyo al sector productivo para preservar la capacidad productiva que permita que nos recuperemos más rápido», indicó Werner en una conferencia de prensa virtual junto al responsable del FMI para Perú, Leo Bonato.

Ambos funcionarios advirtieron, sin embargo, que la alta informalidad de la economía peruana, que bordea el 70% según cifras oficiales, obstaculizan los programas de ayuda a las familias y a las empresas pequeñas.

«Es un problema particularmente importante, porque el sector informal es tan grande» en Perú, dijo Bonato.

Perú registró en la última década tasas de crecimiento económico que se ubicaron entre las más altas en la región, aunque venían cayendo en años recientes, principalmente por una baja de las exportaciones peruanas a China. Justo cuando repuntaban, apareció la pandemia.

– «Sigue siendo vulnerable» –

Georgieva destacó también la respuesta del gobierno de Martín Vizcarra, con «medidas estrictas de contención» y «un gran paquete de políticas para limitar las consecuencias socioeconómicas».

Sin embargo, advirtió que «Perú sigue siendo vulnerable a los riesgos de cola externos», y señaló que «un brote prolongado de la covid-19 tendría repercusiones significativas para los flujos comerciales y financieros».

El paquete incluye medidas para contener la emergencia de salud, apoyar a empresas y hogares, y mantener flujos de crédito adecuados a la economía, dijo Georgieva.

Apuntó que el gobierno peruano tiene la intención de tratar la línea de crédito como «precautoria» y evaluará salir del acuerdo una vez que la crisis haya pasado y el seguro proporcionado por la LCF no sea necesario.

Georgieva había recomendado el 8 de mayo al directorio del FMI que aprobara la LCF solicitada por Lima.

Perú superó el jueves los 4.000 muertos por coronavirus, totalizando más de 141.000 casos, lo que tiene a los hospitales al borde del colapso.

El FMI aumentó los préstamos y lanzó una serie de nuevas herramientas financieras para ayudar a los países a enfrentar la pandemia, que se espera causará la peor desaceleración económica mundial desde la Gran Depresión de hace casi un siglo.