La histórica publicación del Partido Comunista de México edita un número especial 36 años después de su desaparición

Repensar la izquierda desde la izquierda y revisar los dogmas de hace cien años pero con más arrugas encima. Ese es el objetivo de un número extraordinario de la revista El Machete, que se presentó este domingo en la feria del libro de la Ciudad de México.

La revista, publicada por el Fondo de Cultura Económica, se incorpora desde el ataúd de la historia, con el número 16 como homenaje a aquel instante que marcó la vida y el pensamiento de todos los intelectuales del siglo XX.

Pero este número no es el regreso de Maradona al Azteca para un partido benéfico, sino un esfuerzo colectivo al que se sumaron las mejores plumas, para analizar los grandes mitos de la Revolución: el comunismo, el capitalismo, los partidos políticos o la clase obrera.

Portadas de El Machete
Portadas de El Machete.

En este número se incluyen artículos del histórico director Roger Bartra, Juan Villoro, Marco Rascón, Luciano Concheiro, Christopher Domínguez o Antonio Negri, entre otros.

A lo largo de 130 páginas se puede leer sobre la decepción que la Revolución cubana produjo en la izquierda, el socialismo en Venezuela, el candidato Andrés Manuel López Obrador o las redes sociales. “El número 16 es un breve regreso, no para llenar un vacío, sin para estimular una nostalgia creativa que abra el paso a cosas nuevas” señala el editorial.

El antropólogo y académico, Roger Bartra, quien dirigió la revista entre 1980 y 1981 hasta que la disolución del Partido Comunista, fue también el encargado de dirigir este especial sobre el fenómeno político “que engendró uno de los monstruos más grandes (el comunismo) que podemos imaginar”, dijo durante la presentación este domingo en el Zócalo de la capital en el marco de la Feria del Libro.

Bartra definió el viejo El Machete ”como un esfuerzo por descifrar aquel monstruo en cuyo interior estábamos viviendo” y el nuevo, como una revisión en medio de un panorama editorial “con revistas políticas actuales aburridas y mal hechas”.

En este proceso, dijo Bartra “una de las situaciones más deprimentes fue descubrir que casi 40 años algunos problemas que por entonces eran nuevos, lo siguen siendo”, dijo ante decenas de personas. “Es una llamada a la izquierda para que vea más allá de sus pequeños problemas diarios”, apuntó el sociólogo.

La habilidad de El Machete fue lograr “un espacio de renovación novedoso que se desprendió de los discursos de la izquierda que actuaban como una religión; con sus muertos, sus fechas, sus santos” dijo Eduardo Vázquez, Secretario de cultura de la Ciudad de México quien calificó la revista de “iconoclasta, excéntrica e impertinente”.

Portadas de El Machete
Portadas de El Machete.
El diseño de este nuevo ejemplar, como antaño, estuvo a cargo de Rafael López, quien volvió a atreverse con una portada irreverente en la línea de las publicadas en el viejo El Machete. Aquellas donde el Che Guevara aparecía en una lata de conservas, un Jesucristo en pantalón de mezclilla o una mujer desnuda para hablar el aborto en tiempos oscuros. En esta ocasión un Lenin con cuernos y cara de lucifer sirve de introducción para revisar los cambios desde el fin de la revolución.

“Esta revista demostró que si es posible pensar en la izquierda de otra manera y hacerlo creativamente”,                                                          recordó Bartra.

El Machete fue siempre una publicación tan marginal como el propio Partido Comunista de México (ilegalizado de 1929 a 1935 y de 1940 a 1979). Sin embargo, vivió una segunda juventud de la mano de Roger Bartra, director entre 1980 y 1981.

Calificada de frívola y eurocomunista durante sus 15 fugaces números, en ella se trató de forma irreverente y atrevida temas como la homosexualidad, la unidad de la izquierda o el aborto. Entre otras joyas y atrevimientos hay un texto de Alfonso Reyes sobre la Revolución Rusa o un poema erótico en su número 14, todo un atrevimiento en un contexto de rigidez dogmática.

Fuente: El País