Presidente francés, Emmanuel Macron.-

(AFP).-El presidente francés, Emmanuel Macron, instó el jueves a Europa a mostrar un frente unido ante la conducta «inaceptable» de Turquía, en la apertura de una cumbre de los países del sur del continente que estará dominada por las crecientes tensiones con Turquía en el Mediterráneo oriental.

Francia ha apoyado firmemente a Grecia y Chipre en un enfrentamiento creciente con Turquía por los recursos energéticos y la influencia naval en el Mediterráneo oriental que ha despertado el temor de un conflicto más grave.

La crisis se ha sumado a una lista creciente de tensiones entre Turquía y Europa, en particular por la intervención militar de Ankara en Libia, la política en Siria y la represión de los opositores al presidente Recep Tayyip Erdogan en su país.

«Los europeos debemos ser claros y firmes con el gobierno del presidente Erdogan que hoy se comporta de manera inaceptable», dijo Macron ante la prensa en la isla francesa de Córcega, donde se celebrará la cumbre el jueves por la tarde.

El mandatario francés afirmó que, en este momento, Ankara «ya no es un socio en la región» del Mediterráneo oriental debido a su comportamiento, pero añadió que quería «reiniciar un diálogo fructífero con Turquía».

El objetivo de este foro, que reunirá a los presidentes o jefes de gobierno de Francia, España, Italia, Malta, Portugal, Grecia y Chipre, es facilitar «el avance del consenso sobre la relación de la UE con Turquía, con miras al Consejo Europeo del 24 y 25 de septiembre que será consagrado al tema», indicó la presidencia francesa.

Reafirmando la política de Macron hacia Turquía, el palacio del Elíseo dijo que Francia quiere una «aclaración» de las relaciones con Ankara que debe ser un «socio importante».

La ambición de este foro es reconstruir «una paz mediterránea, es decir, un área de circulación de culturas, conocimiento (…) y no un área de conflicto o miseria», dijo el miércoles Macron.

– «Sanciones significativas» –

Turquía ha buscado unirse a la Unión Europea durante más de medio siglo y aunque su adhesión se encuentra estancada y para algunos ya no es realista, sigue siendo un candidato a unirse al bloque.

La búsqueda de reservas de gas y petróleo en aguas reivindicadas por Grecia, el último conflicto entre Turquía y un miembro de la OTAN, ha tensado aún más las relaciones.

El mes pasado Turquía desplegó su buque de exploración Oruc Reis, respaldado por fragatas militares, en aguas entre Grecia y Chipre, lo que llevó a Atenas a responder con ejercicios navales como advertencia.

Algunos Estados miembros presionarán para que se impongan sanciones a Turquía en la cumbre de la UE, y el ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Yves Le Drian, dijo el fin de semana que tales medidas estaban sobre la mesa.

«Si Turquía se niega a entrar en razón antes de esa fecha, no veo ninguna opción para mis colegas europeos más que imponer sanciones significativas», escribió en una columna en el diario Le Monde el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, que mantendrá conversaciones bilaterales con Macron.

Según los medios griegos estaría sobre la mesa una posible venta por parte de Francia de aviones de combate Rafale, una señal de la cada vez más fuerte alianza entre París y Atenas.

En una entrevista con la AFP la semana pasada, el presidente chipriota Nicos Anastasiades denunció la «agresividad» de Turquía que, según dijo, enmascaraba «una intención de controlar toda la zona».

El EuroMed 7 nació en el contexto de la crisis económica en Grecia que había causado tensiones entre los miembros del sur de la UE y sus homólogos más frugales del norte.

Los siete países comparten «el mismo deseo de estimular una nueva dinámica de cooperación» en la región, «en particular en cuestiones de desarrollo sostenible y soberanía», dijo el Elíseo.