La representante estadounidense Alexandria Ocasio-Cortez (D-NY) habla durante la marcha de mujeres en Foley Square el 19 de enero de 2019, en Nueva York

Miles de manifestantes marcharon este sábado en Estados Unidos en defensa de los derechos de las mujeres y contra el gobierno de Donald Trump, aunque esta tercera edición de la Marcha de las Mujeres está marcada por divisiones ante acusaciones de antisemitismo.

El disenso impulsó a varias mujeres a unirse a una organización paralela, «March On», y los dos movimientos marcharon por separado por todo el país, desde Los Ángeles hasta Chicago y Atlanta.

En víspera del segundo aniversario de la toma de posesión del presidente Trump, varios centenares de personas se congregaron en torno a la Casa Blanca, en Washington, mientras Trump se encontraba fuera de la capital federal.

Muchos de los participantes llevaban gorros rosa, emblema del movimiento.

Este año, los manifestantes también denunciaron la separación de las familias migrantes arrestadas en la frontera con México y el muro que pide Trump, que la oposición demócrata se niega a financiar y que ha provocado el cierre parcial del gobierno desde el 22 de diciembre.

En 2018, las marchas reunieron a más de 500.000 personas, incentivadas por los movimientos #MeToo y Time’s Up contra el acoso y la violencia sexual.

Para marcar estos «dos años de resistencia a la presidencia de Trump», los organizadores llamaron a una «ola» de manifestaciones.

El movimiento «comenzó como una manifestación contra Donald Trump pero ahora es más para que se reconozcan los problemas que enfrentan las mujeres en el mundo», dijo a la AFP Ann-Carolyn, de 27 años.

En Nueva York, se esperaba que 100.000 personas participaran en la manifestación «March On» a lo largo de Central Park, según la policía, la mitad que un año antes.

La musa del ala izquierda del Partido Demócrata, Alejandría Ocasio-Cortez, electa a la Cámara de Representantes por Nueva York, se manifestó satisfecha por el número récord de mujeres (131) en las elecciones legislativas de noviembre.

«El año pasado, pusimos nuestro poder en las elecciones y este año debemos poner ese poder al servicio de la política», dijo ante la multitud, prometiendo presentar un proyecto de ley sobre igualdad de derechos.

«No dejaremos que nadie nos quite nuestros derechos, de hecho tendremos más», agregó la miembro más joven del Congreso que aboga por la igualdad en el pago o en la licencia para cada uno de los padres después del nacimiento de los hijos.

Ocasio-Cortez habló en las dos manifestaciones, en un intento por dar una señal de unidad, tras las fisuras sufridas por el movimiento ante acusaciones de antisemitismo contra varios de sus responsables.

Tamika Mallory, una de las co-presidentas de la marcha, participó en un mitin del líder del movimiento «Nación de Islam», Louis Farrakhan, de posiciones antisemitas.

La militante palestino-estadounidense Linda Sarsour, otra de las copresidentas de la organización, rechazó las acusaciones al asegurar que el propósito del movimiento es «combatir el fanatismo y la discriminación en todas sus formas, incluyendo la homofobia y el antisemitismo».

«Me parte el corazón», dijo Ann-Carolyn, quien agregó que no compartía «los valores de las fundadoras» de la «Marcha de las Mujeres».

Para Nikki Leger, una neoyorquina de 63 años, las divisiones son inevitables en un movimiento tan amplio y lamenta que los disensos «den pasto a la derecha».

«En un gran movimiento siempre hay desacuerdos», explicó en Nueva York Kristen Morrissey, de 42 años, y madre cuatro niños, al señalar que había «muchos más puntos de acuerdo que de desacuerdo» entre las dos organizaciones.

Según ella, el movimiento de oposición contra Trump sigue siendo fuerte: «Es tan loco separar a los niños de sus padres en la frontera que todos los estadounidense deberían estar escandalizados», aseguro.

En Washington, Medea Bejamin, responsable de la asociación pacifista Codepink, rechazó las acusaciones contra dirigentes de la «Marcha», que según ella, «han sido acogedores, cariñosos y abiertos desde el principio», del movimiento.

Fuente: Agencia Francesa de Prensa