El que viene de lo alto es el hijo adoptivo del Carpintero de Nazaret.

Aprendió el gran milagro, el mayor de todos, el oficio honrado, laborioso y humilde en el taller de su Custodio.

Junto a su Madre María, y la Comunidad de los hermanos, Jesús hablaba de las palabras de Dios y comunicaba el Espíritu sin medida.

San José es el terror de los demonios y aleja la ira de Dios de quien trabaja, se dedica a su familia y sirve a los demás.

Clamemos a Jesús Eucaristía para que crezca en nosotros la devoción al Obrero Castísimo, tal como nos enseñó el Papa Francisco; Amor por aquel que tiene real corazón de Padre.