Decidirse por el Bautista es vivir la justicia y la paz de la Antigua Alianza. Optar por Jesucristo es asumir la Autoridad, el Camino y la Luz del Salvador esperado que ha llega en la plenitud de los tiempos, en la Nueva Alianza.

Quienes cuestionan a Jesús, las autoridades de su tiempo, no buscan ni a Dios ni su Verdad. Solo buscaban a sus intereses y a si mismos.

En el Adviento nos enseña a no apoderarnos como amos y señores de las cosas, a no exigir pleitesía, culto y reverencia a los demás, a no reprochar por los favores que hicimos esperando recibir en igual o mayor medida a cambio y a no defenderse cuando tomamos postura por la fe verdadera.

Asumamos la radicalidad de vida austera, de culto únicamente al Dios de nuestros padres, de sinceridad y trato justo con todos y obedezcamos a Cristo, el Sol que nace de lo Alto.

¡Quién le obedece a la Autoridad de Cristo no se equivoca!. Y Él nos ha mandado a ir en auxilio de los más pobres, acción está que es la verdadera celebración de la próxima Navidad… No otra… Porque la Caridad cubre multitud de pecados.