¿Por qué Jesús dijo que habría de traer espada, división e intranquilidad si le seguimos en la Misión?

Porque tendremos que contradecir, rechazar y renunciar a las tentaciones a lo mal hecho en los negocios, en la vida afectiva de intimidad y en la fidelidad a la Iglesia Santa.

La generosidad es una de las señales de que somos enviados de Cristo Jesús.

¿Cuánto hay que hacer para recuperar la paz entre los esposos, padre e hijos, hermanos, con los suegros y suegras?

¿Por qué NO PUEDEN los Apóstoles hacer de Cristo una opción los seis días de la semana por las riquezas, el prestigio y el poder, y solamente en el Domingo participar en la Santa Misa de la Santidad de su Señor ?

Nos demanda la Iglesia Católica un estilo de vida que nos haga libres, responsables y combatientes contra todo lo malo, sin dobleces, sin justificaciones y sin patronazgos de lo turbio.

La misión nos está esperando, a la manera de Jesús y dedicados a facilitar y proveer a los olvidados y desamparados del mundo sin Dios.