Les diste Pan del Cielo… que contiene en sí todo deleite, entonamos ante el Señor Sacramentado.

Comulgamos del Pan de la Vida que ha bajado del Cielo y el cual hemos de compartir con aquellos que también están en un desierto a la espera de llegar un día a la tierra prometida después de la muerte.

¡Quizás ese es su único consuelo! Todos clamamos ahora: Danos siempre, Señor Jesucristo, en tu Iglesia de ese mismo Pan, tu Cuerpo y tu Sangre.

El primero de los 7 «Yo Soy» de Jesús del Evangelio de San Juan es el del Pan de Vida. Clarificador dato de la centralidad y total entrega de parte nuestra que adeudamos al Sacramento Santísimo de nuestra fe.

“Yo soy el Pan de Vida»… Él es nuestro Dios. Comulgaremos porque mañana, toda la Iglesia, intensificaremos nuestras oraciones y sacrificios por el inicio de las votaciones en el Cónclave para elegir al Sucesor de San Pedro.

¡Santo Domingo Savio, Santa María Auxiliadora y todos los Santos Salesianos, rueguen por nosotros, Su Iglesia!