La segunda Misa de la Navidad era celebrada en sus orígenes en Roma, al igual que la primera en la basílica papal de Santa María la Mayor .

Del Altar mayor se pasaba para esta celebración de la noche a la capilla del Pesebre de Belén.

Llamada Misa «mox ut gallus cantaverit» o al Canto del Gallo, fue la ocasión en que se declaraban la Divinidad del único Hijo de Dios. Una Grande Noticia, que en la ciudad de Belén a nacido el Salvador, el Ungido de Dios.

Una verdadera declaración de fé que en no se consideraba ya como Dios al sol invicto de la guerra ni a ninguna autoridad humana.

El Niño envuelto en pañales junto a su Madre y custodiado por el callado de San José es el Señor de los pastores buenos del rebaño.

Agradezcamos el don de la Navidad.