Santo Domingo (D.N.), República Dominicana.- El Consejo Nacional de Discapacidad de la República Dominicana (CONADIS), en calidad de órgano rector en materias de discapacidad para el país, puso a disposición de todas las entidades del Estado, un documento de postura institucional sobre la inclusión laboral de la población con discapacidad, de cara a la pandemia del COVID-19.

Bajo el nombre Que nadie se quede atrás, el documento técnico es una respuesta a la realidad laboral que enfrentan actualmente las personas con discapacidad durante la pandemia, y las que pudieran enfrentar luego de superada la misma, ya que, de acuerdo con lo establecido por la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), dicha población tiene mayores riesgos de contagio debido a las situaciones que enfrentan tales como barreras para acceder a la información sanitaria y para implementar medidas de higiene básica, como el lavado de manos por su cuenta propia. De igual forma la dificultad que tienen para lograr el distanciamiento físico, puesto que muchos requieren de apoyos para su movilidad, y mucho otros además presentan necesidad de tocar objetos para tener información del entorno o para apoyo psicológico.

Que nadie se quede atrás, es una guía que indica las medidas y acciones a las que se debe recurrir en los diversos escenarios laborales que incluyen a personas con discapacidad. La misma está elaborada en consonancia con la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD) y con las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Dentro de las indicaciones se encuentran acciones de protección social que promueven la igualdad, medidas de empleo y trabajo, enfoques con relación al reingreso laboral en empresas e instituciones públicas, y acciones para la promoción de la inclusión laboral durante y después de la emergencia sanitaria. Dentro de ello destacamos iniciativas como la promoción del teletrabajo, con los debidos ajustes razonables, la elaboración de protocolos de protección inclusivos, el fomento del autoempleo, incluyendo el desarrollo de proyectos en el sector agropecuarios. Cada iniciativa deberá ser acompañada con las necesarias formaciones.

La entidad resaltó que, basados en los datos arrojados por el estudio Consecuencias sociales y económicas de la exclusión laboral de la población con discapacidad en República Dominicana realizado por CONADIS, las personas con discapacidad enfrentan múltiples barreras que, correspondientes a los ámbitos individual, familiar, de relaciones sociales o de la misma sociedad, dificultan su inclusión laboral en igualdad de condiciones que las demás personas. Una realidad que puede verse en mayor aumento dadas las consecuencias de una pandemia como la que enfrenta el mundo en la actualidad.

Agregó que las consecuencias de la exclusión laboral de las personas con discapacidad no impactan solamente el contexto personal y familiar, sino también la economía del país. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha determinado que las pérdidas económicas relacionadas con la exclusión laboral de las personas discapacidad son grandes y mensurables y se ubican en una banda entre el 3 y el 7 por ciento del PIB.

“De aquí que la trascendencia de la inclusión laboral de la población con discapacidad para el desarrollo inclusivo y sostenible de la República Dominicana”, concluyó.

Fuente: Acento.com.do