Una devoción tan propia de las personas de escasos recursos, luchadora y trabajadora.
Nuestra vocación es construir. Se edifica una sociedad a largo plazo con el pan de la enseñanza en todos los ramos, inclusive y sobretodo en el religioso.
Son tantas las niñas, jovencitas y mujeres que necesitan apoyo y promoción. Aprender a defenderse por ellas mismas y salir de una victimización por su sexo y por el lugar relegado que imponen les estamentos culturales.
La imagen de la Virgen María en la Medalla Milagrosa nos devuelve al clamor del Adviento Litúrgico: levantense, alcen la cabeza; se acerca su liberación.
Oremos por la verdadera liberación de la mujer como protagonista en su familia, en sus labores, en su realización y en la sociedad que espera y depende de ella.

