Monseñor Carlos Tomás Morel Diplán.

José Alfredo Espinal

El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santiago, monseñor Carlos Tomás Morel Diplán, advirtió ayer que la República Dominicana se puede convertir en un paraíso de delincuentes y sicarios, debido a la fragilidad del sistema de seguridad que permite el ingreso de extranjeros que operan bandas peligrosas, además de las facilidades que estos tienen para hacer grandes inversiones, crear empresas y abrir cuentas bancarias.

“Es penoso que estas personas estén operando una banda sumamente peligrosa en el país que estaba haciendo cosas muy graves y pase a la vista de todos como si nada”, afirmó.

Dijo que los organismos de seguridad de muchos países son muy cuidadosos y se aseguran conocer la identidad de todo el que entra a su territorio.

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Consideró que es un descuido de las autoridades dominicanas desconocer el origen de las grandes inversiones de los extranjeros en el país.

Monseñor Morel Diplán se pronunció en esos términos a propósito del allanamiento en Hard Rock Café de Blue Mall, en Santo Domingo, como parte del operativo realizado el fin de semana por el Ministerio Público y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) contra tres extranjeros solicitados en extradición por cometer delitos en los Países Bajos.

El líder religioso sostuvo que cada país tiene sus mecanismos para que un extranjero pueda invertir, crear una empresa y depositar dinero en una cuenta bancaria, por lo que cuestionó la falta de vigilancia que existe aquí.

Indicó que los organismos de seguridad del Estado deben cuidar al pueblo y a la familia dominicana para garantizar la paz y la tranquilidad.

Lamentó cómo aumentan cada día los hechos de violencia y la delincuencia en el país e insistió que estos males obedecen a la falta de educación, la desigualdad social y los problemas en la familia.

Fuente: hoy.com.do