Los diversos fundamentalismos y la política.

Por el P. Manuel Antonio García Salcedo, (2015, 18 de abril del 2015)

¿A qué se debe que los fundamentalistas, siendo una minoría dentro de las respectivas religiones, tengan tanta influencia política?

Encasillar el fundamentalismo en un contexto norteamericano de 1980 es una visión muy estrecha de este fenómeno que comienza a salir a la superficie del pensamiento comprometido, pues en otros territorios y continentes no solo las corrientes protestantes bautistas, metodistas, pentecostales, adventistas, ministerios libres, caracterizados por posturas de Sola Scriptura con interpretación solamente personal, antievolucionistas con enfoques creacionistas a ultranza, y en algunos otros casos grupos de iluminismos y milagrismos como comprobantes y pruebas de que la fe que profesan es autentica, asi como comunidades hibridas cristianas como los mormones o los testigos de Jehová con  entre otras sintomatologías, también se están dando después de la caída del muro de Berlín, tras algunos años de reafirmación tambien en las iglesias orientales con su sentido de vinculación directa al estado, se muestran inflexibles y triunfalistas, incluso entre diversas Iglesias patriarcales y autocefalas, reinvindicando derechos exclusivos de evangelización en los territorios en que se encuentran.

También al interior de la Iglesia católica resurgen posturas integristas y recalcitrantes que se pensaban superadas después del Vaticano II, pero que estaban subyacentes y expectantes a alguna oportunidad y vacio para resurgir. Una vuelta a una liturgia mas impersonal y ritualistica, un énfasis en la vuelta al latín como lengua celebrativa, la vestidura de los clérigos, una critica despiadada al concilio Vaticano II y a los papas Juan XXIII y Pablo VI, y una presentación de la doctrina como cumplimiento de normas y no como estilo de vida en el amor, la libertad y el servicio a la comunidad de Cristo y de todo hombre de buena voluntad.

Otros fundamentalismos al interior de la Iglesia Católica pueden darse en los movimientos apostolicos que reinvindican para si como el mejor estilo de vida cristiano o un camino comunitario con etapas de catequesis, o carismas y vida festiva de la fe en el espíritu o un compromiso a nivel de estructuras empresariales, de bancas, capitales e influencia en cargos públicos para dictar las leyes y normas. En estos grupos no es fácil delimitar identidad cristiana, agrupación de libre elección para vivir y profundizar la fe y  compromiso con la Iglesia institucional en el caso de la Iglesia Católica y las Iglesias historicas.

Los grupos cristianos no católicos que llegan a latinoamerica tienen tanto influjo porque son sustentandos económicamente por capitales y personal de los Estados Unidos, y esto tiene buen campo en America Latina, fruto de siglos de una dirección no planificada de quienes dieron forma e identidad a la nueva sociedad que surge tras la colonización y la conquista donde son tantas las necesidades de la gran mayoría de la población que cuando una agrupación de estas religiosas le ofrece a personas que tienen carestias económicas de todo tipo, familias desarticuladas, un futuro totalmente sombrio, poco casi nula formacion cultural y peor en la fe, solo reducida a sacramentos y rituales, al encontrar un grupo de personas que le acogen, que les inducen a un sentido de salvación y compañía de Dios desde ahora, inculcándoles pautas para leer que Cristo les acompaña en su vida, que les ayudan a conseguir trabajo, educación para sus hijos, así como salud que en América latina cy hay que acudir a la medicina de pago para poder mantener la salud física y emocional, y se le ensena a estas personas que deben sostener su Iglesia con diezmos y con tiempo a dedicar para hacer crecer su grupo de creyentes con nuevos miembros, esto resulta de un atractivo. La gente busca sentirse bien, en paz y feliz. No busca tanto dogma, rito o mandatos de una autoridad. Buscan con estos grupos tan radicales y condicionantes psicológicamente sentirse amados, sentido de trascendencia y a la vez cercanía de Dios, y seguridades de vida que en las masas a las que se dirigen las Iglesias institucionales no resultan efectivas en estos días. Las personas que estan involucradas en estos grupos están cada vez mas  incursionando en el magisterio para desde su trabajo de profesores ir adoctrinando, involucrándose en la legislatura y política de cada país, en la actividad partidista, sindical y de cuestiones sociales y morales de acuerdo a los criterios que vienen de los países del ¨primer mundo¨ que les subvencionan.

Otros grupos fundamentalistas no cristianos tienen cada vez mas incidencia como las religiones orientales por la inmigración y que se caracterizan por su gran actividad comercial, incluso influyendo en América latina en el estudio del mandarín a nivel universitario para adquirir empleo en el plano comercial internacional. Cantidad de personas viajan con frecuencia en dicho continente a Korea, Filipinas, Japón, India, china y en Europa a medio oriente, para hacer negocios, lo cual provoca un intercambio cultural, social y política que esta permeando poco a poco nuestra cultura e instituciones occidentales, y por supuesto la dimensión religiosa de nuestras vida.

En el fenómeno de los emigrantes a los países del hemisferio norte, en muchos casos estos grupos de extranjeros que comienzan a hacer su patria en el lugar que les proporciona una vida mejor, no cambian por lo general su religión, especialmente los musulmanes, los judíos y orientales, sino que tienden a radicalizarse como tabla de apoyo ante nuevas situaciones y ambientes que muchas veces les tratan de forma crítica y en otro de forma xenófoba, pero cada vez reclaman sus derechos y espacios como voz en países de antigua tradición cristiana.

Los fundamentalismos en todos los casos actuales mencionados anteriormente y otros más, reclaman un vínculo Religión y Estado. Solo hay que ver el vacío de poder que se provoco en África y oriente medio al quitar los gobiernos dictatoriales que occidente mismo coloco en estas zonas para seguir teniendo hegemonía imperialista en estas regiones. Este vacío de poder ha provocado el resurgir de grupos fundamentalistas armados y apoyados económicamente que como una orla armada itinerante vienen destruyendo y matando todo lo que piensan que les es adverso. 

El diálogo se hace imposible en estas instancias. Incluso al interior de la Iglesia Católica los grupos de rasgos fundamentalistas que se ven en ella, muy ligados a la vida política, se ve esta modalidad teológica como innecesaria, superficial e incluso tildan al diálogo como una práctica de tintes  comunistas y liberales, desplegando todo tipo de críticas subterráneas hacia el Papa Francisco y su estilo conciliar, nuevo y actual, de cercanía, sencillez y lenguaje llano e inclusivo de la misericodia de Dios para con todos.

Fundamentalismos, violencia y coacción van de la mano. El extremismo crea un estado de terror. Es la ley del más fuerte y de la venganza. 

Pienso que puede hacer un fundamentalismo de derechas y un fundamentalismo de izquierdas, y todo esto se da tanto en la religión, como en la política, en las que ambas se influyen y van haciendo cultura.

 Este espíritu expansionista se percibe también en la voluntad de intervenir en política. Por ejemplo, algunos movimientos se organizan en lobbies o partidos políticos confesionales. Buscan el que sus creencias incidan en las relaciones internacionales y quieren plasmar en la legislación civil sus creencias religiosas. Igualmente, grupos judíos, protestantes e islámicos han influido en la toma de decisiones políticas en relación a los conflictos bélicos en el Próximo Oriente. 

El gran signo de que tanto los fundamentalismos como los espiritualismos libres a nivel de poltiicas es que no hay un compromiso por un cambio social efectivo para el bien de todos en participación de los bienes nacionales, y mucho menos una búsqueda de reconciliación de todos los sectores que han estado en disputa.

Por todo lo anterior fundamentalismos y mesianismos van de la mano. Se busca exaltar determinadas figuras que hacen de portavoces de estas posturas que si no se les sigue radicalmente como palabra de Dios a lo que dicen y hacen, los simpatizantes son excluidos. El fundamentalismo pide una incondicionalidad extra-razón y deshumanizante, que no fortalece los vínculos familiares, sociales y solidarios con los mas desfavorecidos.

En el plano de la política como uno de los polos innegables que tiene toda religión, cuando se hace de forma fundamentalista tanto la forma de gobernar como el estilo de vivir una determinada fe se ve claramente el reescribir la historia acomodada a la medida de las políticas aplicadas de forma rigida e intransigente. El miedo y los enemigos son recursos típicos a emplear en los fundamentalismos. Los enemigos tienen la culpa de todo, son los responsables del fin de todo proyecto superior y hasta divino que propone la religión como vinculo de unidad en un país de políticas fundamentalistas.

Nada ni nadie importa ante las posturas fundamentalistas, incluso la persona en toda su extensión y vínculos puede y debe sacrificarse en bien de estas ideas.

Otros rasgos del fundamentalismo son el triunfalismo, el desprecio de todo lo diferente y la lucha constante de poderes a lo interno, buscando ocupar puestos de dirigencia que se han alcanzar por una lucha despiada de los miembros entre si de dichas instancias.

Sin embargo, el fundamentalismo islámico más conocido es el talibán, opuesto a la invasión soviética y que luchó contra las fuerzas internacionales dirigidas por los norteamericanos. 

El fundamentalismo reclama a nivel político reclama siempre determinados territorios en los que la divinidad se ha manifestado para sus seguidores y les ha dado órdenes de tomar posesión de esa tierra con la determinada misión de eliminar a los enemigos de este propósito y lavar el cerebro de todos aquellos que aceptan incluirse en estas ¨sociedades¨. 

En los fundamentalismos los insultos, el descredito y los calificativos denigrantes a los que piensan diferente se dan en cualquier medida, y que desencadenan en acciones inhumanas, tan como muestra el sistema de terror que se instauro en francia después de la revolución con las ideas de las luces. Lo que tanto se critica en el fundamentalismo, se termina en la pratica realizando como programa de control. 

Los fundamentalismos religiosos constituyen parte de un entramado que puede incluirse en un nacionalismo extremistas y una exhaltacion de las razas y étnicas, dando a luz estados absolutistas y totalitaristas, apoyados en una nueva religión, muy disimil de aquellos presupuestos trascendentales en los que se funda aquella religión.

En las políticas totalizantes e imperialistas que se apoyan en sus principios para acaparar todos los ámbitos de la vida, educación, salud, diversiones y cultura, la religión es oscura, todo refiere a una ley divina que se ha violentado, y a la que el camino de vuelta es el sometimiento a dicha ley, en la cual hay clérigos que deben ejercer su función de arbitro omnisconcientes  de por vida, a los que nadie puede contradecir so pena ha de pagar por dicha afrenta, incluso pagar para resarcir este desagravio con el precio de la propia vida. 

No hay participación en las sociedades de políticas hermanadas con religiones fundamentalistas. Todas las decisiones vienen de arriba. La opinión de otros no cuenta. Y sus dirigentes entre sí siempre tienen tensas relaciones de desconfianza, a la espera en cualquier momento de un ataque del contrario.

Espiritualidad y cumplimiento de leyes y practicas son sinónimos para los fundamentalistas. No espacio para libertad o muchas veces para no hay espacio para el equivocarse, fallar, o cometer un error, o simplemente cambiar de forma de persona y abandonar determinadas formas de vida.

Hay varias causas para que el fundamentalismo religioso  tenga similitudes e influencias mutuas con el ejercicio del poder político en la sociedad civil. La primera es el vértigo que produce el ejercicio de la autoridad en algunas personas, la inexperiencia o los temores que les llevan a tomar posturas extremas que rayan o pasan a lo inhumano. En los fundamentalismos, las personas son solo objetos para alcanzar un medio. La segunda es la reaccionde personas que no han tenido muchas oportunidades de descubrir el sin fin de experiencias de vida que se adquieren por las buenas condiciones que proporcionan los medios de vida, los viajes, la alimentación, las amistades, los estudios, la familia nuclear y amplia, el acceso a todo lo que conlleva una vida digna, y una sana superación de las experiencias traumáticas, que al toparse con sistemas que les ofrezcan alguna seguridad material y espirtual, estas personas se convierten en los peores déspotas o dictadores que asumen este proceder como una postura divina que en el fondo responde a una actitud egoísta por ocupar primeros lugares.

El resultado del fundamentalismo desde la política es la absolutización de una cultura, que se tornara cada vez más cerrada, crítica y hostil hacia los otros que le son diferentes, y la inamovilidad que terminara en destruir a la misma cultura que asume esta inamovilidad.

El resultado será una ética o moral de esclavos, característica de las vivencias fundamentalistas cualquiera sea la religión. Estos matices rígidos y asfixiantes de  religiones oficiales, propias de sistemas gubernamentales en las que sus funcionarios se quieren perpetuar en los cargos de servicio de las instituciones de los países en lo que se realiza esta forma de gobernar a las personas reducen todo a una verdad blindada como reacción a la postura de los años de la época de los 1990 donde cada quien decía que defendía su verdad.

La lucha social entre fundamentalismo y relativismo tiene en la religión todavía una tarea pendiente muy amplia. ¿Dónde esta el equilibrio, el punto medio, la armonía y el orden, respectando a todos pero salvando lo esencial?

Pienso que la marcha adelante debe ser buscar el equilibrio entre lo antiguo y lo nuevo. Armonía entre los diversos grupos que requieren que la cuestión social tenga vías concretas y perceptibles  de que todos tienen oportunidad a lo mínimo y básico. La situación de corrupción que nos involucra a todos que denuncia el papa Francisco tiene el gran peligro si no se corrige es el surgimiento de un nuevas dictaduras que se tildan de sociales, pero que al paso del tiempo se están convirtiendo en aquellos sistemas políticos opresores que tanto ellos mismos criticaron.

Y por último, el orden que trae consigo el ejercicio responsable de las actividades vitales para llevar una vida cada vez mas humana deber ser la tendencia educativa y a exigir.

Religión y humanidad, y no humanidad para religión.

A la hora de hacer juicios categóricos que siempre tiende a ser atemporales y condicionados por una postura actual que no toma en cuenta las circunstancias de otra época. No es lo mismo una Iglesia que esta segura y en paz en una sociedad europea cada vez en mayor desarrollo económico, que una Iglesia en el siglo XIX sufrió atentados en los que el Beato Pio IX tuvo que huir varias veces porque se le busco asesinar como ocurrió con su primer ministro, el mismo papa busco acercamiento a las posturas modernas y los nuevos lideres, libero presos, busco mejoras sociales y el cultivo de las ciencias de su época, pero la reacción fue tan negativa, que el papa paso ante tanta hostilidad, especialmente hacia su persona, que tomo una postura totalmente de defensa y critica de todo lo mundo moderno, e incluso de intransigencial. Hay que conocer bien y a fondo la historia de la Iglesia antes de hacer juicios muy ligeros.

Yo mismo que me estoy doctorando en Pablo VI, comprendo que son tiempo diferentes, y si exige una gran valentía y una gran dimensión de espiritualidad y de desprendimiento acorde a los tiempos como la tuvo el Beato Monitini dar un golpe de timón de una postura apologética a una postura de dialogo, nunca Pablo VI critico las posturas pasadas, sino que presento una nueva visión y estilo de vivir la fe para estos tiempos. Esto me lleva a pensar que lo contrario al fundamentalismo es el diálogo, y el amor de compromiso en las relaciones humanas lo contrario al relitivismo.

 También sería un fundamentalismo de mi parte rechazar a aquellos que son intransigentes y que se aferran a su pequeño mundo cultural y a su modo de pensar como la única manera de salvar a la humanidad de tantos milenios de trayectoria.

Sería muy interesante de cómo se pude uno aproximarse a la figura de Jesús de una manera totalmente fundamentalista y como acercarse a el de una manera totalmente relativista.  Ambas acercamientos no abordan la interioridad, no llevan a la superación de la persona y sus complejos, sino que sirven de mascara para situaciones no resultas.

Si comparto la opinión de que le molesta a la gente de nuestra sociedad occidental de hoy, especialmente a los jóvenes que miran como referente a la cultura norteamericana con su música, modo de vestir, y de vivir, especialmente desde la tecnología que es la gran biblia de esta generación, posturas acartonadas, petrificadas y cadavéricas.

Es el constante debate, platón o Aristóteles, lo que fluye o lo estático, lo uno o lo diverso, lo temporal o lo espiritual, la materia o el alma, y la respuesta no es lo uno ni lo otro, sino el equilibrio, la armonía y el orden entre ambos.

Pienso que en la superación de los fundamentalismos la expresión que usamos en América Latina fe cristiana para obviar en todo momento aquel termino de imposición cristianismo, puede servir de referencia a la hora de tratar de vincular a la persona y a su medio social plural, lo individual y lo plural, la persona y la comunidad, que nos ha de llevar al contacto entre Dios y el hombre, y Dios con todos los hombres.

Yo mismo muchas veces por inseguridad en el ejercicio de mi ministerio he sido intransigente, intolerable e incluso he atropellado a muchas personas con mis palabras y acciones. Lo egoísta ha aflorado muchas veces. Otras he tenido profunda convicción en defender doctrina, estructura, personas, proyectos y censurar cosas mal hechas, pero no con los mejores medios evangelicos.

En otros momentos en que en el ejercicio del ministerio a cargo de estructuras eclesiales recibí ataques violentos me puse completamente defensivo, desconfiado e incluso descorazonado.

Acá en España me ha tocado compartir con grupos de todo calibre, incluso algunos que se muestran en superficie muy abiertos, en el fondo si se pasan los limites de sus actividades y estilo de vida se muestran como si se estuviera atentando contra ellos y contra su forma de experiencia del Espíritu. Parece que hay una línea muy fina, y que tiene que ver con nuestras conveniencias y apetencias a la hora de convertirnos en fundamentalistas.

Hasta la persona más mansa se torna una fiera con tal de defender lo que considera propio. Pienso que el Vaticano II da esa apertura que es un riesgo, porque dejar que cada quien opine, haga y reconsidere sus posiciones, es solo para una Iglesia y sociedad de valientes.

Una política de este tipo, siempre y cuando se salvaguarden los deberes y derechos de todos, en sus funciones de servicio social es lo que la Iglesia promueve.