Fuente externa ilustrativa.

Los síntomas de agotamiento del viejo modelo en la práctica política son evidentes, la sociedad dominicana se encargó de dejarlo muy claro en el pasado proceso electoral, sus prioridades y demandas han cambiado. Los liderazgos tradicionales, Partidos Políticos y las Instituciones estatales han ido perdiendo progresivamente la legitimidad social.

De ahí que las Agendas de innovación política han cobrado fuerza, no solo en nuestro país, también en América Latina, proponiendo análisis y miradas integrales, que favorezcan la ampliación de la calidad de vida de las personas y sus derechos. Promoviendo transformaciones económicas, culturales, tecnológicas, organizando el poder y la democracia en sociedades cada vez más liquidas.

Las iniciativas para renovar la política sin duda conectan con los más jóvenes, que es el sector de mayor insatisfacción respecto de los desatinos en la gestión pública. Es fundamental para construir democracias paritarias, inclusivas, participativas implementar herramientas que fortalezcan los procesos garantizando las transformaciones hacia un horizonte estratégico de desarrollo.

La construcción de una sociedad abierta y su distribución del poder, debe ser funcional y que responda a la convivencia en libertad, la protección y la paz social.

Esto no se logrará sin el concurso de los ciudadanos, pues son los protagonistas de las reformas, deberán integrarse  a las acciones encaminadas a romper con el círculo que produce la pobreza, destrucción del medio ambiente  y la desigualdad. Es tiempo de superar los enfoques paliativos y promover ese giro eco-social en el pensamiento y practica del desarrollo que es tan necesario.

El Dr. Jose Ramón Pin, profesor titular de la cátedra José Felipe Bertrán del Centro IESE Business School, University of Navarra, España, en su libro “El Trébol de Cuatro Hojas” refiere con acertada argumentación que los líderes políticos están llamados a la evaluación de síntesis, que no es otra cosa que la acertada visión política para modernizar y eficientizar la gestión pública.

El Partido Fuerza del Pueblo tiene ahora una gran oportunidad, la de estrechar sus vínculos con la ciudadanía política, que le ha reconocido como el Partido del futuro en una clase tan vituperada.

Nuestro aporte en la construcción del tejido social dominicano, requiere aplicar desde la estructura organizativa un contenido programático que permita la permanente evolución tecnológica, el estímulo y participación de los ciudadanos orientados hacia la colectividad, enfocados en lograr el desarrollo y la madurez de la democracia en la República Dominicana.

Hay mucho por hacer, la nueva gobernanza deberá apoyarse en el conocimiento, pues es éste fundamental para el desarrollo de los pueblos. El futuro de nuestra sociedad se sustenta en la capacidad y elevada calificación de sus recursos humanos, la infraestructura para adecuarlo, producirlo y aplicarlo, de forma que sea posible obtener resultados positivos, medibles,  a corto, mediano y largo plazo.