Productos de Coca-Cola en un supermercado de Pekín Credit Zhang Peng/LightRocket vía Getty Images

Por Andrew Jacobs

La campaña del gobierno chino Diez Minutos Felices, que animaba a los niños de edad escolar a hacer ejercicio durante diez minutos al día, lucía como una medida loable para mejorar la salud pública en un país que enfrenta tasas alarmantes de obesidad infantil.

Sin embargo, lo más notorio de la iniciativa, y de otros esfuerzos que enfatizaban el ejercicio como la mejor manera de perder peso, es lo que no mencionaba: la importancia de comer menos comida chatarra y bebidas azucaradas altas en calorías, productos que se han vuelto omnipresentes en la segunda economía más grande del mundo.

Resulta que el mensaje en China acerca de que el ejercicio por sí solo es la mejor opción fue producto de Coca-Cola y otros gigantes occidentales de alimentos y bebidas procesadas, de acuerdo con un par de estudios que documentan cómo estas empresas han ayudado a dar forma a décadas de ciencia y políticas públicas en China respecto de la obesidad y las enfermedades relacionadas con la alimentación, como la diabetes tipo 2 y la hipertensión.

Los hallazgos, publicados en las revistas The BMJ y The Journal of Public Health Policy el 9 de enero, indican que Coca-Cola y otras empresas multinacionales alimentarias operaron a través de un grupo llamado Instituto Internacional de Ciencias de la Vida para conseguir que funcionarios chinos rebatieran una iniciativa a favor de la regulación de los alimentos y los impuestos a los refrescos, resultados de un movimiento que ya ha sido impulsado en otras partes del mundo.

El grupo, conocido como ILSI, es una organización internacional con sede en Washington, financiada por muchos de los grandes nombres en el sector de los alimentos procesados, entre ellos Nestlé, McDonald’s, Pepsi Co. y Yum Brands, además de Coca-Cola. Tiene diecisiete filiales, la mayoría en economías emergentes como México, India, Sudáfrica y Brasil. Se promueve como un puente intermediario entre los científicos, los funcionarios de gobierno y las empresas multinacionales de alimentos.

En China, ILSI está tan bien posicionado que dirige sus operaciones desde el interior del Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades del gobierno, en Pekín. Cuando se envió una solicitud al Ministerio de Salud para que hiciera comentarios acerca de los estudios, el ministerio envió un correo electrónico firmado por el director de ILSI en China, no por el secretario de Salud.

Chen Junshi, el director de ILSI, señaló que el grupo siempre había enfatizado la importancia tanto del ejercicio como de una dieta equilibrada, y que sus actividades “están basadas en la ciencia y no se ven afectadas por ningún negocio”.

La relación cercana del instituto en China y las multinacionales con quienes hacen política pública en el más alto nivel es considerablemente más estrecha que la que existe en otros lugares.

Un museo de Coca-Cola en Shanghái, en 2016 Credit Zhong Zhenbin/Agencia Anadolu vía Getty Images

Coca-Cola probó tácticas similares en Estados Unidos al asociarse con científicos influyentes para crear una organización sin fines de lucro llamada Global Energy Balance Network, con el fin de promover el mensaje de que la solución a la crisis de obesidad de ese país es el ejercicio y no la dieta. No obstante, en 2015, después de la publicación de un artículo de The New York Times en torno a estas iniciativas y la indignación de los defensores de la salud pública, la empresa desmanteló la organización.

Desde finales de la década de 1990, ILSI ha organizado conferencias sobre obesidad en China, les ha pagado a científicos chinos para que asistan a los eventos y ha ayudado a crear campañas nacionales de salud con el objetivo de abordar la epidemia de obesidad del país, de acuerdo con Susan Greenhalgh, científica social y experta en China de la Universidad de Harvard, autora de los nuevos estudios.

Las iniciativas de salud pública de China casi siempre promueven el ejercicio y rara vez mencionan el valor de reducir las calorías o el consumo de alimentos procesados y bebidas azucaradas; según muchos expertos, hacer lo segundo es esencial para perder pesomantenerlo a raya y mejorar la salud.

“No puedes usar solo la actividad física para deshacerte de la obesidad, la hipertensión o la diabetes”, dijo Barry Popkin, profesor de Nutrición en la Universidad de Carolina del Norte, campus Chapel Hill.

Popkin no participó en el estudio, pero ha pasado décadas trabajando en China para ayudar a que el país desarrolle lineamientos de nutrición y políticas de alimentos, dijo que tales iniciativas a menudo eran frenadas por altos funcionarios que trabajan de la mano con ILSI.

“A lo largo de varias décadas, Coke e ILSI han trabajado para frenar cualquier tipo de política en materia de alimentos que beneficie la salud pública”, aseguró. “Lo que han estado haciendo en China es insidioso”.

Mediante una declaración, ILSI comentó que estaba comprometido a respaldar “investigaciones basadas en evidencia sobre alimentos y nutrición” y que no realizaba actividades de cabildeo ni recomendaciones sobre políticas en los países donde opera.

“ILSI no afirma haber sido perfecto en sus cuarenta años de historia; no es de sorprender que haya habido errores a lo largo del camino”, indica la declaración. “Por eso, ILSI ha analizado las mejores prácticas y se ha comprometido con asegurar la integridad científica en las investigaciones respecto al sector alimentario y la nutrición”.

Coca-Cola aseguró en un comunicado que también ha estado cambiando la manera en que financia investigaciones científicas, a través de una mayor transparencia y al poner fin a la práctica de costear la mayor parte de ciertos estudios. La empresa también señaló que en años recientes ha buscado abordar el problema creciente de la obesidad en China con una oferta de bebidas sin azúcar y a través de un mejor etiquetado de información nutrimental en sus productos. “Reconocemos que demasiada azúcar no es buena para nadie”, indica el comunicado.

Los hallazgos de Greenhalgh en los nuevos estudios se basaron en entrevistas con funcionarios y científicos chinos, así como una reseña de documentos públicos emitida por Coca-Cola e ILSi.

Dijo que los esfuerzos de la industria han sido muy exitosos, en parte porque China no tiene medios ni organizaciones de vigilancia con amplia libertadque habrían analizado o sido críticos de los vínculos con ILSI.

En las últimas décadas, China ha pasado de ser un país afectado por la escasez de alimentos a uno que padece niveles cada vez más altos de obesidad y enfermedades crónicas vinculadas con una mala dieta. Más del 42 por ciento de los adultos en China tienen sobrepeso o son obesos, de acuerdo con investigadores chinos, más del doble de la tasa de 1991. En las ciudades chinas, casi una quinta parte de los niños es obesa, de acuerdo con encuestas del gobierno.

Debido a que el consumo de bebidas azucaradas ha disminuido en países como Estados Unidos o las naciones de Europa, Coca-Cola considera que China y otros países en vías de desarrollo son esenciales para mantener sus ganancias. China es el tercer mercado más grande de la compañía.

Martin McKee, profesor de Salud Pública Europa en la London School of Hygiene and Tropical Medicine y quien escribió un artículo de acompañamiento al estudio en The JML, dijo que ILSI y otros grupos financiados por la industria que representan los intereses de las empresas de tabaco, alcohol o la comida rápida han encontrado terreno fértil en los países que tienen burocracias débiles en cuanto a la salud pública. Estos grupos, dijo, aseguran que son independientes pero se rehúsan a revelar información detallada acerca de su financiamiento, mientras que apoyan y promocionan estudios científicos cuyos resultados a veces enturbian la percepción sobre temas polémicos como el tabaquismo o el consumo de alcohol y refrescos.

“A menudo filtran datos de maneras que confunden, mientras presentan estos temas como problemas tan complejos que nada puede hacerse”, comentó.

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Claire Fu y Zoe Mou colaboraron con la investigación desde Pekín.

Fuente: NY Times