San Juan Diego Cuauhtlatoatzin. 9/12/San Juan Diego hace honor a su nombre de bautizado porque nos preparó los camino para llegar, después de la gran celebración de la Inmaculada Concepción de María, a subir con él al Tepeyac, para llevarle nuestra Rosas y espinas a la Emperatriz de América, a la Morenita, a la más humilde, cercana y sencilla, a nuestra Madre, la Virgen de Guadalupe.
El año pasado descubrí mientras marcaba en una parroquia de curas mexicanos el Misal tercera edición de su país, antes de la celebración, que ellos tienen tres Misas Solemnes de la Guadalupana y otras más dedicadas a ella. Me fasciné y me dispuse a descargar el Misal de la Conferencia Episcopal Mexicana.
Embarazada está. Nos trae al Salvador. Sin Él, perdemos toda esperanza. Hay que acelerar su venida con buenas obras. Llevemos a otros a ejemplo de este Santo tan grande, con su humildad y sencillez, a otros a Jesús y a María.
Actuemos como el indígena actuó con el Obispo Zumarraga y convertirnos en custodios de la Casa de Dios, el Hogar de todos.

