De muy humilde familia era la procedencia y ámbito del Papa San Pio X. Con desapego y sin pretensiones más que instaurar todas las cosas en Cristo, el Papa Sarto, dedicado al sano crecimiento de la Iglesia, tuvo que sufrir la dilación de su ordenación episcopal de parte del Papa León XIII por la antigua costumbre de la aprobación requerida para ello de parte del estado anticlerical italiano de entonces. Experiencia amarga que beneficiará a la Iglesia Universal en el futuro.

Después de su servicio como Cardenal y Patriarca de la histórica Venecia, su elección ha sido una de las más particulares de la historia. El Cardenal Rampolla fue elegido por el Cónclave pero la nación austríaca le vetó.

Después de una nueva votación se elige al Cardenal Sarto quien toma la medida de eliminar el derecho de las naciones católicas históricas de obstaculizar la votación de los cardenales.

La censura de las doctrinas que negaban las verdades de fe cristiana, la Comunión frecuente de los niños y sus familias, el Derecho Canónico y la incidencia en la transformación social de acuerdo a los valores del Reino de Dios del compromiso que implicaba la devoción al Sagrado Corazón de Jesús son sólo uno de los pocos aportes que nos ha legado el primer Pontífice canonizado del siglo XX.