El más grande teólogo medieval y moderno. Hemos de honrar a Santo Tomás con el estudio de su vida y pensamiento.

Del Doctor Universal de la Iglesia, el Papa San Pablo VI refirió, en la Lumen Ecclesiae del 20 de Noviembre del 1974, una autonomía de los valores e instituciones de este mundo que deben dirigirse y subordinarse al Reino de Dios como lugar de salvación del hombre y el fundamento de su dignidad y libertad.

La gracia no destruye nunca la naturaleza, sino que la perfecciona, y por su parte la naturaleza se subordina a la gracia, la razón a la fe y el amor humano a la caridad.

La infusión de la gracia, el principio de la vida eterna, supone toda la amplia esfera de valores y facultades en que se despliega el impulso vital de la naturaleza humana:

ser,

entendimiento y

amor…

acrecentándolo interiormente con nuevas energías que alcanza su plenitud definitiva en la felicidad celeste, pero ya en esta vida da lugar a una síntesis armónica de valores auténticos, ciertamente difícil de conseguir como la propia vida cristiana, pero fascinadora.

Vale la pena esforzarse, trabajar y seguir perfeccionando este mundo creado por Dios, así como este pan y este vino se convertirán, se transubtanciarán en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, Nuestro Señor.