La Virgen de las Mercedes reside en el primer santuario que hubo en el continente americano, el Santo Cerro.

Al proclamarse la independencia nacional en 1844, todos los historiadores confirman que fue la fecha en que la Advocación de la Virgen de las Mercedes fue declarada Patrona del pueblo Dominicano.

El terremoto del 8 de septiembre de 1615 que devastó a Santo Domingo con réplicas que duraron 40!días fue ocasión para el aumento de la veneración de las Mercedes. Pero la fecha fue trasladada a mediados del siglo XVIII a la actual recordación del 24 de septiembre.

Las palabras de María, la Mujer, no tienen vino, indican su misericordia para los nuevos esposos, la gestación futura de una familia y la finalidad de los Sacramentos de la Iglesia Católica como servicio a la sociedad. Nunca la Virgen estará del lado de los violentos y los conquistadores que buscan acaparar y dominar a los demás.

Siempre la Virgen Madre nos lleva a Jesús para que él transforme nuestra pobreza y trabajo en el Vino Celestial.

Son tantas las carencias que tiene la Mesa dominicana. Falta la fé, la injusticia de la falta de oportunidades esta servida allí siempre junto a las adicciones a la bebida, a las drogas y a la violación de todas las leyes.

Nos corresponde a nosotros ser los servidores que con su dedicación, esfuerzo y fe en Jesucristo transformen a esta sociedad en aquello que aconteció en las bodas de Caná por la Misericordia de la Virgen María.