Imagen de la exhumación de la brasileña - YOUTUBE

«Trató de abrir la tapa, incluso se notaba que había intentado clavar las uñas. Sus manos estaban heridas como si hubiera estado tratando de salir», ha declarado la madre de la brasileña de 37 años

Después de dos paros cardíacos, los médicos atribuyeron la muerte de Rosangela Almeida dos Santos a un shock séptico y firmaron el certificado de defunción el pasado 29 de enero. No obstante, la mujer no estaba muerta en el momento de recibir sepultura, como se ha podido comprobar tras la exhumación del cadáver de la brasileña de 37 años el día 9 de febrero.

Hospitalizada por una severa fatiga durante una semana en el Hospital do Oeste en Barreiras, dentro del estado brasileño de Bahia, Dos Santos, que tomaba medicamentos anticonvulsivos para paliar los desmayos que llevaba sufriendo desde su infancia, sufrió durante su internamiento dos ataques al corazón, y murió de «un shock séptico», tal y como recoge «Daily Star».

Sin embargo, el pasado 9 de febrero, más de una semana después de haber sido enterrada, los vecinos del cementerio dieron la voz de alarma al escuchar gritos y golpes procedentes de la tumba de Dos Santos.

La madre de la fallecida, Germana de Almeida, ha asegurado que se podían percibir lesiones en el cuerpo de su hija que no tenía antes de ser sepultada. «Trató de abrir la tapa, incluso se notaba que había intentado clavar las uñas. Sus manos estaban heridas como si hubiera estado tratando de salir», ha declarado la mujer de 66 años, que ha denunciado el incidente porque junto al resto de familiares cree que Rosangela fue declarada muerta por error.

Fuente: ABC.es