Está es la «Misa de la Vigilia». La primera de custro que nuestra tradición romana celebra.
En ella nos acercamos aún más al Belén dónde nació el Salvador del mundo.
Allí está San José, quien ha obedecido el mandato del Ángel del Señor de acoger a la Virgen Madre y formar Hogar Sagrado con ella.
La obediencia de San José y María siempre Santísima a salvado a la humanidad. Su Hijo es el único que perdona y libra al pueblo de sus pecados.
Ahora nos toca trabajar por hacer cercano al Dios mediante su Cuerpo y Sangre dada a todos.

