Esta frase hace varias semanas está resonando en mi cabeza…

Por Walkiria Caamaño.-

En nuestros entornos empresariales y corporativos se habla mucho de “la resistencia al cambio” a la que somos propensos los seres humanos, se dan cursos y seminarios en las empresas para facilitar alguna transición o re-estructuración Organizacional, los psicólogos asisten a muchas personas que por diversas razones deben enfrentar procesos de cambios, muchas veces difíciles de la vida. Todo esto es muy importante y a veces necesario.

Lo que llama mi atención al reflexionar es lo poco que se escucha el promover que seamos nosotros mismos los que suscitemos cambios. Qué cambios? Cambiar qué? Podría uno preguntarse. Si prestamos atención veremos muchas circunstancias que apuntarán claramente a la dirección correcta.

Otra pregunta interesante en esta reflexión es, cómo puede nuestra sociedad, o nuestras familias animar a que cada uno sea promotor de cambios si todavía nuestro enfoque está en “vencer el miedo” a ese cambio?

Qué sucedería si comenzamos a mirar y a realmente ver…? Ver más allá de nuestro cuadrilátero? Ver un poco más allá de nuestras propias 24 horas? Qué pasaría si nos atrevemos a levantar la mirada y sacar la cabeza de nuestro pequeño círculo? Creo que comenzaríamos a ver tantas cosas, nuestras mentes comenzarían a entender qué necesita ser cambiado y nuestros corazones a empujarnos.

Entenderíamos que sentarnos a esperar el cambio, claro que puede ocasionar temor! Porque nos toca simplemente dejarnos arrastrar por él y adaptarnos… Ahora bien, si realmente ponemos atención a nuestro alrededor con todo lo que somos mente, alma y corazón, será imposible no ver las tantas cosas que necesitan manos valientes que promuevan mejoras, modernizaciones, crecimientos, valores, cambios positivos y de progreso para la sociedad y el mundo.

Luego de que hemos interiorizado y estamos convencidos de lo que podemos y debemos hacer, me parece que solo nos faltaría reforzar dos aspectos importantes, algunos nacen con ellos desarrollados a su máxima expresión, otros debemos trabajarlos concienzudamente :

Voluntad y Valentía.

Voluntad para dar El Paso.

y Valentía para nunca dar marcha atrás.

Necesitamos como dominicanos sembrar en nuestros hijos voluntad y valentía, Para que sean ellos quienes provoquen los cambios que necesitan a gritos nuestras sociedades, cambios duraderos que construyan el mundo en el que desean vivir. Ser de los que se atreven y no de los que simplemente se sientan a esperar que las cosas pasen… de lo contrario, tristemente los cambios que inevitablemente vendrán los crearán a ellos…

Qué bien que fuera un compromiso de todos!:  educar y formar una generación de valientes …. creadores de cambios.