Por Miguel Collado

La imprudencia y la irracionalidad andan juntas. Esto lo hemos comprobado a diario al ver cómo tantos dominicanos circulan sin necesidad por las calles de la ciudad de Santo Domingo luego de caída la hora del toque de queda establecida mediante decreto presidencial.

Esa gente, en un evidente y estúpido desafío al COVID-19, comparte y fiestea en las aceras de las calles, en los frentes de los colmadones que expenden bebidas alcohólicas «por atrás» hasta que cae la hora límite de la libre circulación. Todo eso y más hacen acogiéndose a las horas de libre circulación.

¡Cuánta falta de sentido común! ¡Cuánta falta de conciencia en nuestro pueblo! Si han dado las 5 de la tarde sábado o domingo o las 7 de la noche de lunes a viernes eso significa

«¡Quédese en casa y no joda usted en la calle si no existe una necesidad o urgencia!»

Creo que el gobierno debería establecer como control detener durante esas horas de libre circulación a todo aquel que no muestre evidencia de estar trasladándose de su trabajo a su casa y pedirle explicación del porqué no está en su casa cumpliendo con un mandato presidencial. De otra manera, el contagio del virus nunca será detenido. Hay que ponerle un ¡pare! a la imprudencia y a la actitud irracional y estúpida de todos aquellos que no entienden todavía que «Toque de queda significa»

«!Quédese en casa, carajo!»