Reflexión en conmemoración de la fiesta de la Cátedra de San Pedro (escuchar audio).

La Cátedra de San Pedro está situada en el ábside de la Basílica de San Pedro del Vaticano y consiste en un trono de madera que la cristiandad identifica como la cátedra del primer obispo de Roma: el apóstol San Pedro.

Fue ejecutada por Gian Lorenzo Bernini entre 1657 y 1666, al tiempo que ejecutaba en las obras de urbanización de la Plaza de San Pedro.

Lo que caracteriza a esta obra de Bernini es su carácter escenográfico mezclando distintos elementos y materiales en busca de un mayor dinamismo, suntuosidad y expresividad del conjunto.

La estructura está cargada de simbolismo. Cuatro esculturas que representan a los cuatro padres de la iglesia -Ambrosio, Agustín, Atanasio y Juan Crisóstomo- sostienen la silla de San Pedro, que se sitúa de esta manera por encima del mundo material. En el centro el trono de bronce dorado, en cuyo interior se encuentra la silla de madera decorada con un relieve representando la «traditio clavum» o «entrega de llaves».

Realizado principalmente en bronce dorado, al igual que el baldaquino, en este caso añade otros materiales como madera, cristal y la luz que entra por la ventana, fundiéndose con los rayos dorados metálicos que parten desde el óculo y que representa lo divino a través de ese rompimiento de gloria.

Por encima del trono colocó un sol de alabastro decorado con estuco dorado rodeado de ángeles enmarcando una vidriera en la que representa una paloma de 162 cm de envergadura, símbolo del Espíritu Santo, que ilumina a toda la iglesia católica a través del papa.

Si miramos al ábside desde el acceso principal, vemos que la cátedra aparee visualmente unida al baldaquino, que le sirve de marco y que el artista nos presenta de esta manera como si de una aparición se tratara.

Aunque se supone que esta silla-catedra era propiedad del mismísimo apóstol, sabemos que data del siglo IX y que fue utilizada por varios papas. Esta silla fue un regalo de Carlos el Calvo al Papa Juan VIII con motivo de su viaje a Roma para su coronación como emperador romano de occidente.

Etimológicamente la palabra cátedra hace referencia a la sede del obispo que, colocada en una diócesis, es llamada catedral y que simboliza la autoridad del obispo y su magisterio respecto a cualquier parroquia de las que dependen de ella, a las que guía como maestro y pastor.

La “cátedra” de San Pedro es la que guía a toda la comunidad cristiana, de ahí la importancia del programa iconográfico y el simbolismo con la que la concibió Bernini, en conjunción con todos los elementos que configuran el interior de la Basílica de San Pedro.