Por el P Manuel Antonio García Salcedo, (EPAM)

¿Cuales ideas circulan acerca de la santidad?

Cuando el termino santidad es referido de una manera equivocada con personas de poca sonrisa y con hábitos religiosos como único estilo de vida.

Los fundamentos de la santidad se encuentran en las Sagradas Escrituras en las que el Dios de Israel se ha revelado como el tres veces santo (Is. 6, 3), Jesucristo es reconocido como el Santo de Dios por los demonios que han sido expulsados (Mc. 1, 24) y es confesado por Pedro a nombre de todos los apóstoles y la comunidad por ellos pastoreada en la escena de la multiplicación del Pan con el mismo título (Jn. 6, 69).

A partir de clarificar que no es la santidad y como participar de lo que se ha de llamar La Comunión de los Santos congregada por el Espíritu Santo

Entonces, ¿Cual es el significado de los santos para la fe?

En los diversos ambientes al hablar de santos la mente torna de inmediato a un grupo de imágenes a las que se les pide favores, altares en las casas y a personajes de una pureza tal que no es posible equipararse a ellos.

Un santo, dicen los cristianos orientales, es una persona que se reconoce como pecador y por ello, necesitado de Dios.

San Pablo en sus cartas se refiere a los miembros de la comunidades eucarísticas fundadas por él, como Santos y Santas que buscar progresar en la fe, el amor y la esperanza (2 Cort. 1, 1; 1 Filp 4, 22; Ef. 1,1, etc).

Es importante diferenciar aquello que es la veneración a los santos o Dulia, y la desviación de esta práctica religiosa con actos de santería y superstición.

Aquí se necesita establecer unas premisas. En la fe cristiana solo a Dios se adora, Latría, y a los santos se les venera, es decir, se les respeta, se les admira y se pide su intercesión a Jesucristo, El Santo de los Santos.

A la adoración o Latría se opone la idolatría que es adoración a las personas u objetos materiales.

El culto latréutico se le rinde solo a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, en su manifestación real y plena que es la Eucaristia.

En cuanto el culto dulico a los santos hay una jerarquización: a la primera es a la Virgen María, Madre del Hijo de Dios (Hiperdulia), a San José (Protodulia) y las imágenes de los santos (Iconodulia).

San Juan Bautista, San Pedro y San Pablo, los Apóstoles, mártires y santos continúan en el  orden de la veneración de la vida litúrgica de la Iglesia.

La veneración de los santos comenzó con el impacto recibido por la comunidad de los cristianos de los primeros siglos de nuestra eran cuando miembros de la comunidad eran asesinados por su confesión de fe en Jesucristo como Dios y Señor, la vida comunitaria sacramental que desarrollaban y la ayuda a los más necesitados. Al negarse estos hombres y mujeres a renunciar a su fe, ofrecían su vida a semejanza de su Maestro Resucitado, como Hostia viva y santa.

Las tumbas de estos mártires o testigos se convirtieron en lugar del culto eucarístico y en lo adelante de peregrinación. El martirio o testimonio acredita a estos cristianos ya fallecidos a participar de la vida eterna e de convertirse en intercesores ante Dios para con cada uno de los miembros de la comunidad litúrgica a la que pertenecieron.

La aclamación popular era el aval de aquellos que fueron cristianos destacados en los siglos por venir, y por ello se incorporaban los nombres de los cristianos heroicos ya fallecidos a la vida de oración de estos pueblos, hasta que en la edad media se suscito un orden de la declaración de la santidad de un creyente: los obispos en sus diócesis y luego se condenso en la declaración del obispo de Roma, el Papa.   

Participación activa y protagónica tuvieron las mujeres en dicha comunión como son referidas en la plegaria eucarística más antigua de la Iglesia de occidente que es el Canon Romano donde se clama a Felicidad, Perpetua, Lucia, Inés, Cecilia, Anastasia,  entre otras.

Esto es solo posible de entender y asimilar si se refiere a la Iglesia, como se ha dicho con anterioridad como Comunión de los Santos que se clasifica en tres niveles de una misma Iglesia:

  1. Iglesia Triunfante o Reinante: aquellos que ya están en la gloria eterna de Dios.
  2. Iglesia Purgante: aquellos difuntos que se encuentran en el lugar de la misericordia de Dios y por los cuales se ofrece la eucaristía, oraciones y sufragios para que alcancen el pleno perdón de sus pecados e imperfecciones.
  3. Iglesia Militante o peregrina: quienes están todavía en el tránsito de esta existencia, que buscan con los auxilios divinos alcanzar la tierra del cielo prometida por medio a la justicia con sus prójimos.

Finalmente, pasar concluir esta introducción a esta serie de vida de Santos, para ordenar con claridad y rigor propio de la Hagiologia como ciencia de teológica de los santos y su consecuente redacción de la vida de los mismos o Hagiografia presentamos la clasificación que nos ofrece la Iglesia oficialmente de las diversas vocaciones a la Santidad:

  1. Mártires: palabra griega que significa testigos, San Clemente, San Ignacio de Antioquia, San Policarpo de Esmirna, San Justino, San Ireneo de Lyon, San Cipriano de Cartago,   Santo Tomas Moro, Beato Mons. Arnulfo Romero.
  2. Pastores: Guía fieles del pueblo de Dios. Por mencionar unos pocos: San Ambrosio, San Atanasio, San Juan XXII, Beato Pablo VI, San Juan Pablo II.
  3. Doctores: que han recibido un carisma especial de sabiduría para explicar universalmente la comunión con las profundidades del misterio de Dios. Por mencionar algunos: San Agustín, San Jerónimo, Santo Tomas de Aquino, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, Santa Teresita de Jesús y otros.
  4. Vírgenes: que se consagraron en cuerpo y alma a Jesucristo como su esposo, entre ellas, Santa Isabel de la Trinidad, Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Mártir), Santa Teresa de los Andes.
  5. Santos y Santas: de vida ejemplar caritativa y maestros de espiritualidad comunitaria, como Santa Mónica, San Benito,  Santo Domingo de Guzmán, San Francisco de Asís, San Antonio de Padua, San Ignacio de Loyola Santo Cura de Ars San Vicente de Paul, San Luisa de Marillac, San Francisco de Sales  San Carlos Borromeo, San Juan Bosco, Santa Rosa de Lima, San Martin de Porres y Santos de América, Santos Pastorcitos de Fatima, Siervo de Dios Emiliano Tardiff, San Alberto Hurtado, Santa Faustina, San Pio de Pietrelcina, Santa Teresa de Calcuta.

A lo largo de este trabajo investigativo hemos de presentar la vida de aquellos santos que hicieron de su existencia un antes y un después para la humanidad, y son modelo del inicio del construir el Reino de los Cielos en la tierra.