San Lino, Papa

Por el P. Padre Manuel Antonio García Salcedo

ABSTRACT:

Lugar de nacimiento en Toscana y ejercicio el ministerio en Volterra. De familia cristiana, es designado obispo del Roma el año 67 de nuestra era.

San Marcos y San Lucas evangelistas son martirizados en este periodo.

  • Puntos a destacar de su ministerio como el segundo obispo de Roma[1]:
  • Ordenó los primeros 15 obispos de la ciudad.
  • Dispuso que las mujeres tuvieran la cabeza cubierta durante la participación en la asamblea eclesial.

Muere el 23 de septiembre del 76, sepultado cerca de la basílica de San Pedro.

DESARROLLO:

En latín Linus[2], primer sucesor de San Pedro, inicia el ministerio como obispo de Roma en el año 67 de nuestra era durante la persecución del emperador Nerón en la que San Pedro y San Pablo mueren, el primero crucificado cabeza abajo en la colina del Vaticano, y el segundo decapitado fuera de los muros de Roma, hoy día San Pablo Extramuros[3].

Los Padres de la Iglesia que hacen mención de su persona son San Ireneo de Lyon en su gran obra del año 180 llamada Adversus Haereses III, 3 a quien debemos la enumeración de los primeros obispos de Roma[4].

Tanto el historiador Hegesipo de Jerusalén como San Epifanio de Salamina en Panarion 27, 6 refieren a San Lino y San Cemente Romano como discípulos de la escuela paulina; Eusebio de Cesárea en la Historia Eclesiástica IV, 32.

El ministerio de San Lino se conoce el periodo de la gran crisis para la Iglesia Romana[5].

Rufino de Aquileya llega a afirmar que San Lino llego a ejercer el ministerio de obispo de Roma durante la vida de San Pedro, por motivos de la persecución a este ultimo. Dato suministrado en base a la argumentación de que los sucesores de los obispos eran desganados por elección popular y señalamiento del obispo en ejercicio. Concluye Rufino que San Pedro nombro a San Lino como sucesor, forma esta llamada sucesión testamentaria.

Algunas fuentes historiográficas devocionales indican que San Pedro había enviado a San Lino como misionero a las Galias y como este tuvo uno de los renombrados diálogos catecumenales con una autoridad de aquella región.

Acontecida la crucifixión de San Pedro, unas mujeres descolgaron su cuerpo, lo enterraron en dicho lugar y fueron de inmediato a comunicar la noticia a San Lino, sucesor del primer obispo de Roma[6].

Tertuliano omite el ministerio de Lino, sumergido en la persecución, el ocultamiento de la comunidad capitalina imperial y el desprecio de diversos sectores que la consideraban una secta judía,  por lo que el teólogo africano da un salto desde San Pedro a San Clemente Romano en la sucesión apostólica romana en De praescriptione, XXII.

San Lino fue martirizado en el año 78, aunque este dato es discutido, pues algunas fuentes afirmar que su muerte fue por cuestión de vejez[7]. Su tumba esta cerca de aquella contiene los restos de San Pedro y aquellas en las que se veneran los demás Papas sucesores de los primeros siglos cristianos[8].

La controversia en torno a su muerte refiere a si fue martirizado o nos hace recalcar que las listas sucesorales apostólicas romanas responden a un interés doctrinal. Solo hasta el siglo III con Juliano el africano y con San Hipólito de Roma se preocupa de elaborar una lista cronológica al respecto, iniciando un estilo mas acoplado a los datos en base a fechas aproximadas[9].

BIBLIOGRAFIA: 

Mathieu-Rosay, Jean, Los Papas, de San Pedro a Juan Pablo II, Madrid, RIALP

Orlandis. El pontificado romano en la historia. Madrid, Palabra.

http://www.newadvent.org/cathen/09272b.htm

http://ec.aciprensa.com/wiki/Papa_San_Lino

http://www.primeroscristianos.com/index.php/quien-era/item/1376-san-lino-papa-y-martir

[1] El Liber Pontificalis es la referencia de las medidas pastorales tomadas por Lino.

[2] Se le relaciona con el Lino que aparece en 2 de Timoteo 4, 21 como discípulo de San Pablo.

[3] Durante la persecución de Nerón, los cristianos acusados del incendio de Roma como chivo expiatorio ante la deficiente administración pública fueron colocados como antorchas vivientes en lo alto de los postes para alumbrar el palacio imperial.

[4] San Ireneo es fundamental a la hora del tema de la sucesión apostólica, y específicamente acerca del Papado.

[5] San Lino como los demás obispos de Roma de los primeros siglos de nuestra no utilizaron exclusivamente el titulo de Papa empleado por los obispos de la metrópolis más importante.

[6] Un escrito apócrifo relativo al martirio de San Pedro y San Pablo que circuló en las Iglesias orientales se atribuye a San Lino.

[7] Otras fuentes aseguran que entre la persecución de Nerón y Domiciano, la Iglesia Romana vivió en Paz hasta la época del mártir Papa San Telésforo.

[8] San Cleto o Anacleto fue su sucesor.

[9] La primera lista propiamente romana data de la época del Papa San Eleuterio en la forma de Secuencia de los obispos de Roma:

  1. Pedro,
  2. Lino,
  3. Anacleto,
  4. Clemente,
  5. Evaristo,
  6. Alejandro,
  7. Sixto,
  8. Telesforo,
  9. Higinio,
  10. Pío,
  11. Aniceto,
  12. Sotero y
  13. Eleuterio.