La sonrisa del dominicano y su amabilidad han fidelizado a la República Dominicana como el paraíso del Caribe. La fina arena que se escapa entre los dedos, se mueve como la cintura de los equipos de animación que deja boquiabierto a los espectadores. Como dice la canción “la envidia no mata pero mortifica”, y la mortificación ha llevado a buscar cualquier pretexto en contra de esta hermosa tierra caribeña.

Cuando la competencia no tiene el nivel, busca desesperadamente cualquier medio para -de la manera más sucia y desleal- acabar con su contrincante, recurriendo a reglas que no están dentro del juego. Pero esta campaña desmedida y fuera de contexto basada en la más pura maldad en contra de nuestro país debe detenerse.

En los entornos digitales la cantidad en muchos casos supera la calidad, sobre todo cuando hablamos de posicionamiento. El contenido negativo al igual que en la vida real, no necesita publicidad, el morbo se encarga de difundirlo a toda prisa. En términos estadísticos, el Ministerio del Interior español comenzó a usar el año pasado un algoritmo que detectó que en Twitter se generan entre 3,000 y 4,000 tuits maliciosos, de odio o negatividad en 24 horas, lo que representa el 33% de las publicaciones en esta red social. En otras palabras, el contenido negativo a nivel global tiene un gran peso internet y nuestro país no es la excepción sino la regla.

Entonces, ¿qué podemos hacer? ¿cómo contribuimos para parar esta campaña a gran escala? simple: denunciándola. No compartiendo, comentando o dando like. En algunos casos por hacer un bien, hacemos un mal con buena intención.

La mejor forma de acabar con la campaña de odio, difamación y desprestigio es denunciándola en los medios donde se generan. Cada red social tiene sus propias políticas, en algunos casos llamadas normas comunitarias. Si denunciamos la noticia o el post, en lugar de compartirlo automáticamente sumamos a su eliminación. Otra forma de rebatir estas noticias es generando más contenido positivo que negativo, lamentablemente aquí no se aplica la ley del olvido, pero sí la ley del sepultado. Debemos de dejar abajo y muy abajo el contenido negativo en contra de nuestro país.

Un aporte importante que puede hacer la autoridad competente es mostrar datos estadísticos. Pocos saben que el índice de turismo de nuestro país aumentó en un 5.1% el año pasado, y en ese sentido recibimos unos 6,506,579 pasajeros de todo el mundo. Así que podemos demostrar de manera concreta la realidad de que nuestro país es totalmente seguro comparado con otros destinos que pueden no reciban la misma cantidad de visitas.

Otro punto importante, es pensar antes de publicar, y esto nos toca a todos, existe la ley de los tres tamices de Sócrates, el gran filósofo griego.

1er Tamiz : Lo que vas a publicar, en el momento ¿sabes si es cierto? en caso de no estar seguro si lo que vas a publicar es cierto, vamos al segundo tamiz.

2do Tamiz: Lo que vas a publicar ¿es bondadoso, es positivo? es decir, no es una noticia que genera odio, desprecio, malicia, ¿le hace daño a alguien? o ¿es algo bueno? si no cumple con la condición de ser bondadosa vamos con el último tamiz.

3er Tamiz: ¿Es útil lo que vas a publicar? es decir, ayuda a alguien, tiene una buena aplicación. En caso de no superar los tres tamices, es decir : no es ni cierto, ni bueno, ni útil ¿por qué querías publicarlo?

En un mundo donde se han perdido las buenas costumbres, el honor no tiene valor alguno, la lealtad se puede comprar en cualquier esquina, existen valores que no se aprenden, se heredan y pasan de generación en generación.

Recuerda, no compartir información, que no aporte valor, tu muro en cualquier red social es parte de tus intereses y comportamientos, mientras más consumes contenido violento y de odio más se genera a tu alrededor.

Fuente: Juan Carlos Mora