Por Elvin Dominici
La voluntad omisa que existe en buscarle una solución absoluta a la pandemia de los feminicidios en la sociedad dominicana queda como la culpa, “totalmente huérfana”, ya que el dolor ajeno de ver morir a nuestras mujeres, esposas e hijas no es prioridad en el gobierno dominicano.

La sociedad está a punto del colapso y la autodestrucción, aquellos que están saboreando las mieles del poder no les interesa que se resuelva ninguno de los problemas que afectan el país, como es el caso de los feminicidios. Aquí todos los que están de la mano con el gobierno y aquellos que esperan con ansias su turno para pagar todos los favores que ellos deben por sus negocios y deudas políticas.

Yo sí sé que el candidato presidencial por el Partido Nacional de la Voluntad Ciudadana (PNVC) Ramfis D. Trujillo es el único con un plan de gobierno que ofrece una plataforma sostenible para resolver la epidemia de los asesinatos de las mujeres. Su propuesta de una política pública que ayude con la disminución y luego la exterminación de los feminicidios en la nación.

Ramfis sugiere mantener una vigilancia cercana en los casos de violencia doméstica que son los que luego se desarrollan en feminicidios. Las víctimas del maltrato recibirán capacitación en diferentes tipos de negocios, tecnificaciones y a nivel educativo para eliminar la dependencia económica de sus parejas que influye mucho en la razón de porque estas se quedan en el hogar.

Quiere endurecer las leyes de las ofensas de los casos de los feminicidios a nivel penal con mayor castigo y años para sus infractores. También entiende que el trabajo no está solo en la pena legal con acciones judiciales, sino en que se necesita formación psicológica tanto de los hombres y las mujeres para garantizar que los infractores pueden integrarse de nuevo a nuestra sociedad. Ramfis entiende que parte del presupuesto nacional debe ser manejado por el Ministerio de la Mujer para emprender la construcción de asilos, educación y protección a mujeres afectadas por este mal que corroe nuestras familias.

Habrán departamentos especializados en la Policía Nacional en todo el país para atender casos de feminicidios que pondrá un enfoque absoluto a toda denuncia de estos casos. Ramfis quiere enfrentar este problema con mano dura, sabiendo que ninguna otra familia quiere ver a su madre morir de manos de sus parejas o exparejas.

El dolor de no tener el amor de una madre no se puede estimar en porcentajes matemáticos, porque nadie a pesar de su preferencia política quiere ver su madre morir en manos de su padre. No tengo ningún remordimiento en acusar formalmente la negligencia del Procurador General de la República Dominicana Jean Alain Rodríguez Sánchez y el presidente Danilo Medina como los principales ejecutores de nuestras mujeres. Sin duda, aquellos hijos que quedan huérfanos de madres y en muchos casos de padres, no les interesa saber que en el año 2019 con sólo 62 casos de muertes de esta índole, se registró una disminución de casos de feminicidios de solo un 25%.

Por otro lado, podemos observar a los candidatos presidenciales anunciando su compromiso con la terminación de estas tragedias que manchan de sangre nuestras familias dominicanas en varios medios de comunicación. El único problema con estas promesas de campaña de como Luis Abinader y Leonel Fernández no describen un plan con puntos detallados de cómo este fenómeno malicioso será exterminado. Peor aún es Gonzalo Castillo (El Penco), que no sabe distinguir qué parte de la sociedad son nuestra mujeres si “la mitad o parte de la otra mitad”.

La indolencia de los políticos en el tema de los feminicidios es otra prueba más de que estos no les duele el dolor ajeno, y que sus prioridades están con sus intereses de mantener o conquistar el poder. Estos nunca están a favor de la familia dominicana que todos los días vemos a nuestras mujeres morir en manos de sus parejas dejando hijos huérfanos y corazones rotos en el seno familiar.