El litio, el cobalto y el manganeso utilizados para las baterías requieren un alto consumo de energía, según una investigación del instituto alemán IFO, que suma además el CO2 generado por el mix eléctrico actual

Un nuevo estudio cuestiona los beneficios medioambientales de los automóviles eléctricos. De acuerdo con el instituto de investigación económica IFO, el alto consumo energético requerido para producir sus baterías y el actual mix energético -con presencia aún de centrales energéticas de carbón, diésel o gas- hacen que puedan emitir incluso más CO2 que un diésel.

Según la investigación realizada por el profesor de física Christoph Buchal, recogida por la agencia alemana DPA, en cuanto se incluyen en el cálculo el mix energético alemán y las emisiones de CO2 de la fabricación de las baterías, un auto eléctrico contamina el clima entre un 11% y un 28% más que uno de gasóil. Ello se debe a que el litio, el cobalto y el manganeso utilizados para las baterías se producen y procesan con un alto consumo de energía.

En concreto, fabricar una batería para un Tesla Model 3 genera de 11 a 15 toneladas de CO2. Los autores del estudio, Buchal, Hans-Dieter Karl y Hans-Werner Sinn, calcularon que, con una vida útil de la batería de diez años y un kilometraje anual de 15.000 kilómetros, esto significaría de 73 a 98 gramos de CO2 por kilómetro.

Además, habría que considerar las emisiones de CO2 de la electricidad. Con todo ello, el Tesla emite entre 156 y 181 gramos de CO2 por kilómetro, significativamente más que un modelo comparable de Mercedes-Benz propulsado con diésel, señalaron los científicos.

El hecho de que la política europea clasifique los autos eléctricos como vehículos de emisiones cero es un engaño, criticaron los investigadores.

«Todos los vehículos dejan su huella de carbono, que mide el impacto medioambiental real: en cuanto se analiza globalmente todo su ciclo de vida, no hay grandes diferencias entre diésel, gasolina, e incluso coche eléctrico», explicaba recientemente a ABC Oriol Canut, director general de GreenChem en España y Portugal y responsable del Libro Verde del Diésel. «En el caso de los eléctricos, además, debemos tener en cuenta el nivel de CO2 que supone la producción y reciclado de coches eléctricos».

Otro estudio, publicado el pasado noviembre por la Agencia Europea de Medio Ambiente sitúa entre un 25% y un tercio más el impacto en términos de emisiones de CO2 de producir un vehículo eléctrico y su batería (BEV, Battery Electric Vehicle) que un coche de combustión interna (ICE), en función del segmento: pequeño, medio, grande o Lujo.

Emisiones generadas al producir un eléctrico (BEV) y su batería, y un coche de combustión interna, en los segmentos Mini, Medio, Grande y Lujo
Emisiones generadas al producir un eléctrico (BEV) y su batería, y un coche de combustión interna, en los segmentos Mini, Medio, Grande y Lujo – Agencia Europea de Medio Ambiente.

Según el mismo estudio, durante el total de su vida útil -situada en 180.000 kilómetros- un vehículo eléctrico de pequeño tamaño emite igualmente aproximadamente un tercio menos CO2 que uno de combustión, y hasta un 50% menos en el caso del segmento de lujo.

El mismo estudio incide en que las emisiones por kilómetro de los eléctricos varían enormente en función del país, desde apenas 9 gramos de CO2 por kilómetro en el caso de Suecia -donde hay abundancia de generación mediante nucleares e hidroeléctricas- hasta los 234 gramos de CO2 de Letonia, que importa energía producida fundamentalmente gracias al carbón.

Emisiones durante una vida útil de 180.000 kilómetros para un eléctrico (BEV) y un coche de combustión interna en los segmentos Mini, Medio, Grande y Lujo
Emisiones durante una vida útil de 180.000 kilómetros para un eléctrico (BEV) y un coche de combustión interna en los segmentos Mini, Medio, Grande y Lujo – Agencia Europea de Medio Ambiente

Fuente: ABC.es