“Tomé la decisión de que voy a ir a Miami”, dijo Lionel Messi en una entrevista con dos medios españoles. Credit... Julian Finney/Getty Images

Andrew Das y 

Días después de anunciarse su salida del Paris Saint-Germain, el héroe que consiguió la Copa del Mundo para Argentina dijo que jugará en la MLS.

Lionel Messi, el jugador que ha cautivado y, en buena medida, dominado el fútbol mundial durante una generación, dijo el miércoles que el próximo destino en su brillante carrera sería Estados Unidos.

En una entrevista con dos medios españoles, Messi confirmó que planea firmar un contrato con el Inter Miami, el equipo de la MLS del que David Beckham es copropietario. Rechazó una oferta para jugar en Arabia Saudita, que le paga por promocionar el turismo en el reino e intenta construir su liga nacional con el fichaje de estrellas internacionales.

“Tomé la decisión de que voy a ir a Miami”, le dijo Messi a Sport y Mundo Deportivo. “Todavía no tengo cerrado 100 por ciento, faltan algunas cosas, pero, bueno, decidimos continuar el camino ahí”.

La MLS reconoció la decisión de Messi al decir en un comunicado: “Esperamos dar la bienvenida a uno de los mejores jugadores de fútbol de todos los tiempos a nuestra liga”, pero señaló que no se había cerrado ningún acuerdo.

Messi, el mejor jugador de su generación y posiblemente el mejor de todos los tiempos, llegaría a la MSL después de recibir todos los honores imaginables a nivel internacional y de clubes: títulos de liga en España y Francia; cuatro trofeos de la Liga de Campeones con el Barcelona, y, con Argentina, la Copa América y la Copa del Mundo, que levantó en diciembre del año pasado.

Su estatus como el mejor jugador del mundo lo convertía en un posible fichaje muy valioso cuando se le acababa el contrato con su actual empleador, el Paris Saint-Germain. Miami no era ni mucho menos su única opción: Messi, de 35 años, rechazó tanto un posible regreso al Barcelona como una oferta monumental, de la que se dice que asciende a 500 millones de dólares, para mudarse a Arabia Saudita, que se ha propuesto atraer este verano al Golfo a una decena de los mejores jugadores del planeta.

De completarse el acuerdo, sería el mayor golpe de efecto de la MLS desde que atrajo a Beckham en 2007, cuando fichó por Los Angeles Galaxy. Aquel acuerdo cambió la percepción sobre la calidad de la liga, y sus ambiciones, en todo el mundo; incorporar a Messi, en todo caso, le daría aún más atención a la liga en la antesala de la Copa del Mundo de 2026, que será organizada por Estados Unidos, México y Canadá.

Messi admitió en la entrevista que Miami posiblemente no había sido su primera opción. En declaraciones a los dos medios que dedican gran parte de su cobertura al club donde se convirtió en el mejor jugador de su generación, el Barcelona, dejó claro que, en un mundo ideal, habría regresado a Cataluña. “Yo estaba con muchas ganas de volver”, dijo, y había discutido la idea tanto con Xavi Hernández, el entrenador del club, como con Joan Laporta, su presidente.

Sin embargo, en última instancia, la convulsión financiera del Barcelona terminó por forzar la decisión. “Escuché que tenían que vender jugadores o bajar sueldo a jugadores y la verdad es que yo no quería pasar por eso”, dijo, dando a entender que no quería ser responsable de obligar al Barcelona a ajustar su plantilla solo para incorporarlo.

“Quería tomar mi propia decisión pensando en mí, en mi familia”, dijo, y describió que poner distancia con Europa podría ser una oportunidad de “buscar otra cosa también y un poco de tranquilidad”.

Tras 20 años como uno de los mejores jugadores del planeta y siete meses después de liderar a Argentina para conseguir la Copa del Mundo, el único trofeo que se le había escapado hasta entonces, dijo que quería “salir un poco del foco, pensar más en mi familia”.

Eso lo llevó a rechazar la posibilidad de quedarse en París. Messi nunca logró adaptarse del todo en la línea de ataque conformada por sus compañeros superestrella, Neymar y Kylian Mbappé, y su esperada salida del PSG fue confirmada finalmente por el club el sábado, horas antes del último juego de la temporada.

“Me gustaría agradecer al club, a la ciudad de París y su gente por estos dos años”, dijo Messi en un comunicado emitido por el club momentos antes de jugar, y perder, el partido que concluiría sus días con el PSG. “Les deseo lo mejor para el futuro”.

El club respondió enviándole sus “cordiales saludos” y agradeciéndole por sus servicios, pero los hinchas del PSG fueron menos sentimentales: abuchearon a Messi en el calentamiento, continuaron haciéndolo durante el partido y siguieron mostrando su disgusto en las celebraciones posteriores por el más reciente campeonato francés del club.

Como su contrato estaba por vencer, las opciones de Messi eran la comidilla del fútbol. ¿Hallaría una forma de volver al equipo que lo formó, el Barcelona? ¿Llevaría su juego, y a su familia, a una nueva aventura en Estados Unidos? ¿O sus demandas salariales limitarían tanto sus opciones que no tendría más remedio que aceptar la oferta de riqueza casi inconmensurable del club saudí Al-Hilal?

La propuesta de Arabia Saudita tal vez era la más transaccional: le ofrecía a Messi un salario que ningún otro pretendiente podría igualar, y él ya tenía una relación con el reino gracias a un acuerdo multimillonario con el que Messi se había convertido en vocero de la Autoridad de Turismo de Arabia Saudita.

“Si hubiese sido una cuestión de dinero, me habría ido a Arabia o a otro lado”, dijo Messi. En cambio, insistió en que su decisión se había tomado por razones distintas de las puramente económicas.

El Barcelona, por otro lado, ofrecía familiaridad y el regreso al club y la ciudad a los que nunca quiso dejar. Messi solo partió de Cataluña en pos del Paris Saint-Germain en 2021, cuando el Barcelona se vio envuelto en un aprieto económico y fue incapaz, según las reglas de la liga española, de darle un nuevo contrato.

Pero aunque el atractivo de volver a un club que lo veneraba era fuerte, Messi explicó que no quería encontrarse a merced de los contadores de La Liga. Aunque se había informado de que el Barcelona había llegado a un acuerdo con La Liga para que el club pudiera completar su fichaje sin incumplir las normas salariales de la competición, no estaba dispuesto a correr ese riesgo.

“Cuando me tuve que ir, ya dijeron también que La Liga lo había aceptado todo, pero al final no se pudo hacer”, dijo. “Tenía el miedo que volviera a pasar lo mismo”, dijo. Confirmó que su prioridad, a la hora de elegir, había sido el atractivo de “no verme obligado a esperar otra vez”.

Eso le dio a Miami su oportunidad, pero —como ocurrió con otras estrellas— seguía siendo necesario que la MLS fuera creativa. También le ofrecía a Messi algo de comodidad: es dueño de al menos una casa en Miami y radicar ahí —más cerca de Argentina— podría facilitarle el desarrollo de nuevas y lucrativas oportunidades de patrocinio en un enorme mercado comercial.

Pero afincarse en Estados Unidos también le habría atraído por razones competitivas, al facilitar potencialmente las cosas para Messi mientras se prepara para ayudar a Argentina a defender el título de campeón mundial en 2026.

David Beckham and Phil Neville, both wearing navy suits, shake hands on the sidelines of a soccer stadium.
Al Inter Miami, que incluye a David Beckham, a la izquierda, entre sus propietarios, no le ha ido bien en 2023. El equipo despidió a Phil Neville, a la derecha, como entrenador la semana pasada, cuando ocupaba el último puesto de la Conferencia Este de la MLS. Credit… Lynne Sladky/Associated Press.

Para que las cifras funcionaran, los propietarios del Inter Miami, entre los que se encuentra Beckham, y los representantes de Messi prepararon una oferta por etapas: un puesto en la plantilla libre de los límites de las normas salariales de la MLS; una participación en la propiedad del Inter Miami una vez que se termine su carrera como jugador, y acuerdos de reparto de ingresos con Apple y Adidas, dos empresas con las que Messi mantiene vínculos lucrativos desde hace tiempo.

Esos acuerdos estarían vinculados al aumento de las ventas de Adidas, que ya había firmado un contrato de patrocinio vitalicio con Messi, y al aumento de las ventas de suscripciones al servicio de transmisión en continuo de Apple TV+. Apple, que este año adquirió los derechos para transmitir partidos de la MLS en su plataforma, anunció el martes que también produciría una serie documental de varias partes sobre Messi.

Sin embargo, para ver por primera vez a Messi en un partido de la MLS en la plataforma de emisión en continuo habrá que esperar a que se firmen los contratos y a que la liga cierre el periodo de fichajes a mitad de temporada, el 5 de julio.

Fuente: nytimes.com